Visita de EPN a EU marcada por corrupción, violencia y protestas

Houston
Regeneración, 5 de enero de 2015.  El encuentro de Enrique Peña Nieto con Barack Obama en Estados Unidos estará marcado por los escándalos de corrupción, de violencia y por las protestas. En los últimos meses ocurrieron tres hechos que acabaron con la buena imagen del mandatario mexicano: un grupo de soldados mató a 22 civiles en un dudoso «tiroteo»; el secuestro y presunto asesinato de 43 estudiantes normalistas a manos de funcionarios locales y la policía en componenda con un cartel del narcotráfico, y revelaciones de que Peña Nieto y su secretario de Hacienda vivían en mansiones lujosas construidas y financiadas por una empresa contratista favorita del gobierno.

Estos hechos borraron prácticamente la aprobación de reformas exigidas por Washington, desde la eliminación de los monopolios en telecomunicaciones hasta la apertura del sector energético, lo que le granjeó elogios internacionales, incluida la portada de la revista Time, con la todo de Peña bajo el titular «Saving Mexico» (Salvando a México).

En unos cuantos meses la promesa de cambio y modernización fue sustituida por la tradicional violencia y corrupción.

Desde hace tres meses, decenas de miles de personas se manifiestan en las calles para demandar la presentación de 43 estudiantes que fueron detenidos por policías municipales (cada vez hay más evidencias de que hay militares involucrados)  el 26 de septiembre y desde entonces se encuentran desaparecidos. La ola de indignación se ha vuelto global y hay manifestaciones en todo el mundo. Incluso un joven mexicano interrumpió la ceremonia de entrega del Premio Nobel de Paz en Oslo, Noruega, para atraer la atención sobre la tragedia.

Pese a las prometedoras reformas estructurales que se aprobaron en los últimos dos años, el «nuevo PRI» ha resultado ser un partido dirigido  por políticos jóvenes que operan con el mismo guión del viejo y corrupto PRI de siempre.

Cuando las protestas crecieron, el gobierno de Peña envió a la policía a reprimir a los manifestantes y los acusaron de ser parte de un plan para «desestabilizar» su  gobierno y socavar las reformas.

PRICasa de videgaya

Caso de corrupción: La mansión de Videgaray en Malinalco, comprada el empresario Juan Armando Hinojosa, favorecido por Peña

Peña Nieto reacción tarde a los de Ayotzinapa y mal. Tardó más de un mes en reunirse con los familiares de las víctimas y la PGR ha querido darle carpetazo al caso.

Después vino el escándalo de la casa blanca, y el gobierno trató de justificar que la mansión de 7 millones de dólares del presidente le pertenece a su esposa, la ex actriz de telenovelas Angélica Rivera, que su primera residencia había sido un regalo de Televisa y que la casita en cuestión, que pertenecía a un contratista favorecido por su gobierno era producto del esfuerzo de su esposa. Luego Luis Videgaray,  secretario de Hacienda, que compró una mansión al mismo empresario, Juan Armando Hinojosa, quiso justificar que la compró antes de asumir el cargo, aunque era parte del equipo de transición de Peña Nieto.

Los mexicanos han reaccionado con enojo a la actitud asumida por Peña Nieto, al que consideran cínico, arrogante y demagógica.Las acusaciones de que el suyo es un narcogobierno corrupto se va convirtiendo en un lugar común.

Por otro lado, las promesa de Peña Nieto de que las reformas iban a mejorar la vida de la gente se han venido abajo, pues en 2015 comenzó con aumentos de gas, gasolina y electricidad.

La estrategia económica de Peña Nieto todavía no ha generado inversiones ni crecimiento, una de las principales razones por las que su índice de aprobación tocó el 38%, el más bajo de cualquier presidente mexicano desde la crisis del peso de hace 20 años. Los precios del petróleo se han desplomado justo cuando México abrió su sector energético a empresas extranjeras; el empleo no ha aumentado y los salarios se derrumban por el efecto de los aumentos de precios de bienes y servicios, el peso mexicano se ha devaluado más de 15% y los ingresos del gobierno cayeron en picada.

Hasta la favorable cobertura en los medios de prensa extranjeros se ha vuelto terminado y ahora son críticos y mordaces.

Al presionar a Videgaray en una entrevista, Michelle Caruso-Cabrera, corresponsal de CNBC, dijo: «si Barbara Bush viviera en una casa construida por Halliburton a su esposo le hubieran destituido en un juicio político».

Todos los niveles de gobierno han salido manchados y se ha determinado que alcaldes y policías estatales están confabulados con el crimen organizado, y los fiscales están más interesados en solucionar problemas políticos que delitos.

Dice la agencia AP: «Las fuerzas armadas, que lideraron los esfuerzos antinarcóticos, han salido manchadas por acusaciones de que soldados mataron a tiros a sospechosos que ya se habían rendido. El Ejército informó inicialmente que había matado a 22 sospechosos de ser narcopandilleros en un fuerte tiroteo en junio, y fiscales estatales apoyaron rápidamente esa versión. El procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, finalmente comenzó a investigar tres meses después, cuando medios noticiosos encontraron testigos que contradijeron la versión oficial». La respuesta del procurador tras una larga conferencia de prensa donde deslizó un «ya me cansé», se convirtió en en emblema de las protestas en el mundo: «Ya me cansé de la corrupción», ya me cansé del narcogobierno», «Ya me cansé de la violencia». Incluso pese a los ataques para eliminarlo de Twitter, el hashtag #YaMeCanse continúa siendo trendig topic durante tres meses.