Sandra Peniche fue agredida con un desarmador. Provida mantiene asedio de clínica de salud reproductiva
Regeneración, 14 de marzo del 2018. El dia de ayer 13 de marzo, la reconocida sexóloga Sandra Peniche sufrió un atentado con arma blanca en Mérida Yucatán. La activista es miembro de la organización Servicios Humanitarios en Salud Reproductiva. Desde hace días sufre asedio de rezadoras, antiabortistas que se hayan apostadas a las afueras de la clínica que dirige.
En la denuncia se relata Sandra Peniche fue atacada que en la puerta de su consultorio por un individuo que sin mediar palabra intentó enterrarle un desarmador a la altura de la cintura.
Luego de la agresión el sujeto intentó huir pero fue perseguido por un colaborador de la doctora, quien además pidió la intervención de la policía municipal, logrando capturar al agresor quien responde al nombre de Victor M.
Bajo asedio los Servicios Humanitarios en Salud Reproductiva
En el contexto la directora de la Unidad de Atención Psicológica, Sexológica y Educativa para el Crecimiento Personal (Unasse), Sandra Peniche ha sido objeto de diversas agresiones debido a su labor como defensora de los derechos sexuales y reproductivos.
Rezadoras de Provida se encuentran apostadas afuera de la clínica de la doctora Peniche, en el marco de la campaña “40 días por la vida”, que realizan en época cuaresmal y se oponen a las actividades de información y educación en salud reproductiva que realiza la activista.
Provida y sectores han hecho objeto de persecución a la doctora Peniche ya que entre sus labores de salud sexual y reproductiva incluye la aplicación de la norma 046, que es cuando se interrumpen embarazos aprobados por la ley.
Por ello es que integrantes de Provida, llevan a cabo rezos afuera de la clínica, mismos que han sido denunciados como hostigamiento por parte de la activista, sin la autoridad se ha negado a prestar auxilio a la activista argumentado que se trata de acciones pacíficas.
En fechas recientes la doctora Peniche colocó a las afueras de su clínica, una efigie labrada en cedro que evoca una vulva, la cual rodeó de plantas y otras ornamentaciones.
Los miembros de Provida ahí presentes se escandalizaron ante la muestra de la escultura tallada en madera y llamaron a la policía. Sin embargo la doctora Peniche Defendió su derechos de mostrar pacíficamente sus argumentos e íconos relacionados a la salud sexual y reproductiva, lo mismo que los de Provida realizaban rezos a las puertas de la clínica que atiende.
En entrevista a Yucatán Ahora, la activista fijo postura al respecto:
“El asunto de la imagen y la actitud de las personas que participan en la campaña “40 Días por la Vida” -que no es de la vida de nadie, realmente-, es un acto de hostilidad permanente contra nuestros servicios, instituciones, contra quienes laboramos acá y contra mí, que soy la cadena visible”, apunta la médica.
#Alerta Defensoras
Los hechos ocasionaron la alerta de grupos defensores de derechos humanos que en redes sociales demandaron se tomen medidas para garantizar la integridad de la activista.
El año pasado la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México (RNDDHM) condenaron enérgicamente las expresiones fundamentalistas de grupos Provida que atentan contra el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y contra quienes defienden estos derechos.
Señalaron tener conocimiento que cada año en la temporada de cuaresma, grupos conservadores que cuentan con la anuencia de la iglesia católica se concentran frente a las instalaciones de la Clínica de Servicios Humanitarios en Salud Sexual y Reproductiva, ubicada en Mérida, Yucatán, para “rezar” durante 40 días consecutivos “por la vida de los no nacidos”.
A decir de la red de defensoras esta acción se realiza en Mérida desde 2014, en el marco de la campaña internacional “40 Días por la Vida”. Se trata, aparentemente, de una movilización pacífica e inofensiva, a decir de quienes organizan y participan. Pero no es así.
“Los rezos, plegarias y cánticos que los grupos provida profieren tienen un fuerte componente discriminatorio y estigmatizante, incitando, incluso al odio y la violencia contra quienes ejercen de manera plena su derecho a la salud sexual y reproductiva y contra las personas defensoras y promotoras de este fundamental derecho”, indicaron
La red de defensoras aseguraron que aunado a ello, los grupos religiosos que se plantan frente a la Clínica de Servicios Humanitarios en Salud Sexual y Reproductiva mantienen una actitud hostil contra el personal de la misma y quienes recurren a los servicios que presta.
Entre las agresiones de que son objeto las personas que acuden a la cínica de la doctora Peniche se cuentan que “las y los fotografían y videograban, sin su consentimiento, y registran las placas de sus vehículos, lo que violenta su derecho de privacidad y atenta contra su seguridad, pues se desconoce el uso que darán a esta información”.
En 17 años de existencia, la clínica en cuestión ha brindado 11 mil atenciones en beneficio de la vida, salud, seguridad y placer de mujeres y hombres, bajo la dirección de la defensora Sandra Peniche Quintal, también integrante de la RNDDHM. Algunos de los servicios que presta son: control del embarazo, anticonceptivos de emergencia para mujeres, consejería sexual, interrupción legal del embarazo, señaló la red de defensoras.
Denunciaron que pese a que quienes dirigen y laboran en esta clínica, defensores y defensoras de los derechos sexuales y reproductivos, han reportado esta situación a las autoridades estatales y municipales, así como a la Comisión de Derechos Humanos de Yucatán, para solicitarles actuaciones que garanticen sus derechos y los de las y los usuarios, ninguna ha intervenido, por lo que las manifestaciones antiabortistas han perdurado” por tres años consecutivos, arreciando su hostilidad.
En su pronunciamiento la red de defensoras denuncian que las autoridades sostienen que los “rezos antiaborto” son acciones pacíficas, piadosas, que se enmarcan en el ejercicio de los derechos de libre expresión y culto, cuando son en realidad expresiones fundamentalistas que instigan al rechazo y odio comunitario contra quienes defienden y ejercen los derechos sexuales y reproductivos.
De manera reiterada se ha pedido al gobierno de Yucatán y del municipio de Mérida que garanticen a la población el pleno ejercicio de sus derechos sexuales y reproductivos.
Así mismo han pedido garanticen a las personas defensoras de este derecho el ejercicio de su labor en condiciones de igualdad y seguridad
Incluso han solicitado a la Comisión de Derechos Humanos de Yucatán que emita medidas cautelares en beneficio de las personas defensoras que laboran en la Clínica de Servicios Humanitarios en Salud Sexual y Reproductiva.
Hasta la fecha, ninguna de las autoridades ha tomado cartas en el asunto, la clínica de la doctora Peniche sigue asediada por Pro-vida y ayer se concretó el intento de homicidio contra la activista.