La fotografía de Mara reposaba sobre el féretro, mientras los familiares y acompañantes se fundían en llanto. Mara no debía morir.
Regeneración, 17 de septiembre de 2017.- Anoche, los restos de la joven Mara Fernanda Castilla fueron velados en la ciudad de Xalapa, Veracruz,
Los restos de la estudiante de Ciencias Políticas de la Universidad Popular Autónoma de Puebla (UPAEP), llegaron a la sala cinco de velación en Bosques del Recuerdo.
Una fotografía de una joven con pose despreocupada, vistiendo jeans y blusa blanca, reposaba sobre el féretro de Mara, asesinada presuntamente por un chofer de la empresa Cabify.
Los asistentes se toparon la imagen y en la cabeza todo lo dicho por los medios daba vueltas. Los familiares desechos por la ausencia de la joven que no debió morir.
Nada consuela a la señora Gabriela Miranda, madre de Mara. En ese féretro se encontraba su hija de 19 años, aquella niña que alguna vez cargó en sus brazos y ahora no está más.
El sacerdote intentó, sin lograrlo, reconfortar a los acompañantes que se fundían en llanto y abrazos, entre flores y coronas que demostraron lo que la gente sentía por Mara.
«En situaciones difíciles preguntamos dónde está Dios y decimos ‘si hubieras estado aquí mi hermano no hubiera muerto’, así es posible que digan de Mara, pero ojalá que todos los que han querido puedan escuchar esto: Mara resucitará», dijo el cura.
Entre los asistentes, compartieron historias, “Mara era un capullito que se iba abriendo”, Mara no merecía la muerte.
Este 15 de septiembre, el cuerpo de Mara fue hallado sin vida envuelto en sábanas del motel donde habría sido violada por el chofer del Cabify.
Con información de El Universal