PRI acelera destrucción de zona arqueológica Cerro El Elefante

Cerro El Elefante, por mega-turismo peligran pinturas rupestres de 30 mil años, destruye zona arqueológica, reserva ecológica y sitio cultural tradicional mexicano

Regeneración, 26 de marzo del 2018. Denuncian que la organización del PRI, Antorcha, acelera la destrucción del patrimonio cultural, ecológico y tradicional ubicado en el Cerro El Elefante, en Ixtapaluca, Estado de México. Inacción de Procuraduría Ambiental e Instituto de Verificación ante proyecto de “Parque Turístico” por parte los candidatos del PRI a la Presidencia Municipal, Marisela Serrano y el candidato también de ese partido a la Diputación Federal.

Antorcha, organización del Partido Revolucionario Institucional ( PRI ), aceleró los trabajos de destrucción del Cerro El Elefante para imponer un megaproyecto turístico.

En el Cerro del Elefante, existen pinturas rupestres de más de 30 mil años de antigüedad. Monte sagrado donde se han encontró osamentas y cráneo de habitantes de miles de años contemporáneo al hombre de Tepexpan. Y zona arqueológica.

El mega proyecto que pretenden imponer los antorchistas del PRI, ocurre sin el permiso del Instituto de Antropología y a pesar de que aún hoy es posible encontrar malacates, caritas, obsidiana, platones tipo trípode con pinturas prehispánicas. Adicionalmente el sitio es el segundo en visitas, después de Iztapalapa, en las celebraciones de la Santa Cruz en la Semana Santa

Mega Proyecto que destruye el patrimonio cultural, ecológico y tradicional

La inacción de instituciones como la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de México (PROPAEM) y del Instituto de Verificación Administrativa estatal para detener la obra de construcción del parque ecoturístico en el Cerro El Elefante, de Tlapacoya, Ixtapaluca, por carecer de todos los permisos en materia ambiental y que impulsan la candidata del PRI a la Presidencia Municipal, Maricela Serrano Hernández, y el candidato priista a la Diputación Federal por el distrito XII, Carlos Enríquez Santos, es una muestra de la impunidad que prevalece en la entidad.

Denunció lo anterior José Tapia, del Comité en Defensa del Cerro El Elefante, quien sostuvo que los hoy candidatos priistas de Ixtapaluca gestionan esta obra cometiendo delitos como abuso de poder, usurpación de funciones, tráfico de influencias y uso indebido de la información, lo cual se denota en la innacción de las instituciones competentes para atender y resolver la problemática.

Hizo un llamado tanto a la Secretaría de la Contraloría del Estado de México como a la Contraloría del Poder Legislativo de la entidad para que actúen en cumplimiento de la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado y Municipios y verifiquen a fondo la documentación que presenten y con la que sustentan esta obra, porque a todas luces es una obra ejecutada ilegalmente en un bien de la nación que reúne un importante patrimonio cultural y un espacio verde.

Expuso que el Acta 66 de Cabildo Público Ordinario mediante la cual el Ayuntamiento de Ixtapaluca aprueba el Proyecto Ejecutivo del Parque Ecoturístico del Cerro de Tlapacoya es de fecha 28 de abril de 2017 y la obra la inician a mediados de febrero de ese año, esto es, dos meses antes, con un presupuesto anual autorizado de cinco millones de presos, sin citar su procedencia. Sin embargo, inconsistencias como ésta hay muchas en el proyecto que hablan de abuso de autoridad y tráfico de influencias, recalcó.

En entrevista vía telefónica, José Tapia informó que se presentó una denuncia ante la PROPAEM en abril de 2017 y un mes después se suspendió la obra cuando ya se había terminado la escultura, y ahora que en enero pasado se reanudó la construcción del ecoparque, se le pidió a la Procuraduría que interviniera nuevamente, y lo que hizo esta instancia fue abrir otro expediente de denuncia para actuar, lo que implica que la investigación se alargue dando pie a que se termine la obra sin ninguna intervención de las autoridades competentes.

Dijo que en las dos notificaciones de que fue objeto la obra del parque ecoturístico por parte de la PROPAEM el año pasado, el Ayuntamiento de Ixtapaluca no presentó la Manifestación Impacto Ambiental, ni el Dictamen Unico de Factibilidad ni mucho menos la autorización de cambio de Uso de suelo de terreno forestal.

Añadió que el Ayuntamiento de Ixtapaluca, cuando aún lo presidía Carlos Enríquez Santos, informó que el cambio de uso de suelo lo había autorizado la Dirección de Desarrollo Urbano municipal y que la manifestación de Impacto Ambiental también la había autorizado la Dirección de Ecología municipal, cuando la autorización de estos documentos es competencia de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y de la Secretaría del Medio Ambiente Estatal.

José Tapia, del Comité en Defensa del Cerro El Elefante, mencionó que también se hizo la denuncia en abril de 2017 ante Centro INAH Estado de México por el patrimonio cultural que alberga el cerro, y esta instancia actuó en su momento, pero resulta que en las vacaciones de diciembre de 2017 el Ayuntamiento de Ixtapaluca le presentó un proyecto —según de menor impacto—, que fue aprobado fast track por este centro y dio pauta para el reinicio de la obra de construcción en enero pasado. Y era previsible porque Maricela Serrano Hernández había anunciado el 4 de diciembre, en su Informe de Labores como diputada federal, el reinicio de la obra, destacó.

De continuar con la obra del parque ecoturístico, denunció, estarán despojando al pueblo de Tlapacoya de su identidad y de sus tradiciones, como la celebración de la semana Santa con un cuadro de actores –vecinos del pueblo y colonias, que lleva más de 40 años celebrándose— y del 3 de mayo día de la Santa Cruz –que lleva más de un siglo realizándose— desaparecerán, dado que se tiene previsto alterar completamente estos sitios de celebración, pues donde se ubica el tepiolole será la primera plaza de descanso y las tres cruces serán la base de la tirolesa, para lo cual éstas tendrán que desaparecer.

José Tapia lamenta que la población de Tlapacoya y del municipio de Ixtapaluca no se dé cuenta de las implicaciones que conllevan este tipo de obras, como la afectación al medio ambiente y al patrimonio cultural, y no se diga de la obstrucción de la recarga de los acuíferos del pueblo y sus alrededores.

Obras como megaproyectos industriales o turísticos, a corto y largo plazo, nos afectan a todos y a las próximas generaciones. En unos años, el agua potable será más cara y si no la cuidamos y procuramos que los acuíferos se recarguen con la lluvia, entraremos en una etapa de desabasto, por no decir de sed, como advierten los especialistas, concluye.