Gobierno de Zacatecas reconoció que 80% de la capital está concesionada a empresas mineras extranjeras, nacionales así como a particulares
Regeneración, 10 de mayo del 2018. El gobierno de Zacatecas aceptó que el 80 % del territorio de la capital de esa entidad se encuentra concesionado a mineras. Negó que todas la concesiones se hayan emitido en la actual administración y aclaró que se trata de un proceso acumulativo a través del tiempo.
La Jornada Zacatecas señaló el dia de hoy que Juan de Dios Magallanes Quintanar, director de Minas de la Secretaría de Economía del Gobierno estatal, aceptó que está al tanto de que la capital zacatecana está concesionada a empresas mineras en un 80 por ciento.
Lo anterior de acuerdo a la información también publicada en ese diario emitido por la investigadora del colectivo Geocomunes, Sol Pérez Jiménez.
El funcionario aseguró, sin dar más detalles que «esto no significa que la gente tenga concesionada sus casa y mucho menos que estén en riesgo de perderlas».
El municipio de Zacatecas cuenta con 212 concesiones mineras acumuladas de manera historica.
Aclaró, el funcionario que «no por eso los dueños de las mismas pueden abrir una mina en ese lugar».
Lo anterior debido a que está prohibido por la ley por el crecimiento de la mancha urbana.
El periodista Alejandro Ortega Neri, señal que el funcionario «especificó que la concesión es otorgada por el Gobierno Federal y pueden ser tanto como para empresas o un particular, sin embargo, esto no los hace dueños de la superficie, del terreno y mucho menos de casas y edificios».
El funcionario aclaró que no todas las concesiones estén en manos de extranjeros.
Añadió que además de extranjeros hay empresas y particulares nacionales concesionarios de minería en la capital zacatecana.
Sin embargo el funcionario no especificó qué concesiones se encuentran vivas, el sentido de concesionar o mantener concesiones en zonas donde según la ley no se pueden establecer.
Mencionó que el caso de Salaverna, municipio de Mazapil, primero hubo concesion minera y luego el asentamiento humano.
Es decir, de manera indirecta confirma la intención del gobierno de despojar de derechos a los habitantes de Salaverna en favor de las mineras.
En segundo término, se muestra que sus propias afirmaciones son por lo menos contradictorias; pues dice que los habitantes de la capital pueden estar tranquilos porque no se permite la minería en asentamientos humanos sin embargo al igual que en el caso de Salaverna la mancha urbana zacatecana creció precisamente en diversas concesiones mineras previas.