La presencia de Trump en California provocó la noche del jueves otra violenta protesta en Costa Mesa al sur de Los Ángeles, que dejó 20 detenidos.
Regeneración, 30 de abril de 2016.- Varias decenas de personas se manifestaron violentamente este viernes contra el aspirante presidencial Donald Trump afuera de un hotel donde el magnate dio un discurso ante republicanos, cerca de San Francisco, California, apenas unas horas después de otra protesta contra el precandidato al sur de Los Ángeles. La policía de San Francisco informó del arresto de cinco manifestantes.
Para evitar a la multitud furiosa, el empresario decidió entrar y salir por la puerta trasera del hotel, situado en la localidad de Burlingame, donde al comenzar su discurso aseguró que “no ha sido la entrada más fácil… ha sido como cruzar la frontera” entre Estados Unidos y México, en referencia a los latinos que afuera ondeaban banderas mexicanas.
Los manifestantes, que intentaban acceder al hotel, se enfrentaron a la policía –con equipo antimotines– luego de atravesar una barricada. Los activistas entonaban cánticos contra Trump mientras lanzaban huevos.
La muchedumbre, que portaba pancartas con la leyenda “El miedo y el odio no son presidenciales, gritaba “Fuck Donald Trump” (Que te jodan Donald Trump).
La presencia del empresario en California provocó la noche del jueves otra violenta protesta en Costa Mesa, una localidad del condado de Orange, al sur de Los Ángeles, que se saldó con el arresto de 20 personas.
Fuera del anfiteatro, donde Trump realizaba un discurso, los manifestantes mostraban carteles contra el empresario e intercambiaban insultos con partidarios del precandidato. Las protestas se tornaron violentas cuando cientos de personas se enfrentaron con la policía.
La elección interna en el estado con mayor población latina del país se presenta como un reto para el magnate, dada la beligerante retórica que usa contra la comunidad latina. Trump insiste en expulsar a los 11 millones de inmigrantes indocumentados y en obligar a México a construir un muro que separe ambos países.
“La comunidad está harta de ser denigrada, deshonrada, y atacada”, dijo el portavoz de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes en Los Ángeles. “Sin embargo, nuestra reacción debe ser marchar pacíficamente, como siempre lo hemos hecho, y votar en las urnas”, señaló.
El presidente Barack Obama descartó la posibilidad de que se apruebe una reforma migratoria antes que concluya su mandato, en enero de 2017, debido a que tanto la Cámara Baja como el Senado están dominados por los republicanos, aunque dijo que será un asunto mayor en las próximas elecciones.
También reconoció que la acción ejecutiva puesta en marcha por su administración en 2012, el Programa de acción diferida para llegados en la infancia, que ha beneficiado a unos 700 mil indocumentados, puede ser revertido por el próximo gobierno.
Con información de La Jornada.