Esto obligará a agricultores brasileños pagar por el uso de esta tecnología
Regeneración, 13 de octubre de 2014.- El Tribunal de Justicia de Rio Grande en Brasil falló en favor de Monsanto al permitir que esta empresa estadounidense pueda hacer efectivos los derechos que le otorgan las patentes sobre semillas de soja modificadas genéticamente (Round Ready), y así obligar a agricultores brasileños a pagar por el uso de esta tecnología (ver el caso completo aquí ) .
El Tribunal de Río Grande revocó la decisión en primera instancia, la cual suspendía el cobro de comisiones o compensaciones hechas por Monsanto a agricultores brasileños. La decisión de primera instancia permitía a los agricultores locales la reutilización y venta de semillas de soja, sin importar si existía una patente. Los agricultores locales demandaron a Monsanto a través de una acción de grupo con base en los siguientes argumentos: los demandantes alegaron que Monsanto no podía reclamar derechos de propiedad exclusivos en forma de patentes sobre las semillas de soja, porque la patente de esta compañía estaba en violación de la Ley de Variedades Vegetales de Brasil (Ley no. 9456/97) (Véase esta ley aquí ) en particular, su artículo 10, el cual permite a los agricultores utilizar o vender como alimento o materia prima el producto de su siembra sin tener que pagar ninguna tasa adicional.
Sin embargo, la opinión mayoritaria de la Corte señala que la ley debe ser interpretada en el sentido en que los productos o procesos que han pasado por la intervención humana mediante técnicas transgénicas, incluidas las semillas, son objeto de patentes. En otras palabras, la información genética y la tecnología empleada por Monsanto es objeto de patentes de acuerdo a Ley de Patentes brasileña (Ley 9279/96, véase la Ley aquí ). Por lo tanto, el tribunal llegó a la conclusión que Monsanto tiene derecho a reclamar las regalías de los agricultores locales, siempre y cuando la patente sobre la soja modificada genéticamente sea válida. Esta decisión aún puede ser apelada ante un tribunal superior (más información sobre la decisión aquí ).
Esta decisión tiene algunas similitudes con el caso Bowman, en el cual, un agricultor estadounidense, Vernon Bowman, trató de emplear a una laguna jurídica en la ley de patentes de los Estados Unidos para reclamar que en el caso en el cual un agricultor compra soja de un elevador de granos (que normalmente se utiliza para vender semillas como producto final para el consumo) y, tiempo después, lo planta en su propia granja. Bowman argumentó que los derechos que se le otorgan a Monsanto por medio de una patente habían agotado al momento en que la soja se vendió a un elevador de granos. La Corte Suprema de Justicia falló a favor de Monsanto argumentando que el derecho del titular de una patente sólo se agota para un producto en particular, pero no para la invención. Por lo tanto, las patentes aseguran que quien compra un producto en particular no puede replicarlo y venderlo sin la autorización los titulares de patentes(más información en este caso ver aquí).
Aunque la decisión del Tribunal de Río Grande se centra principalmente en si sobre la soja modificada genéticamente es objeto de una patente o una variedad vegetal, ambas decisiones reconocen el derecho de Monsanto sobre la información genética y la tecnología en la soja modificada genéticamente (Round Ready). Si tribunales superiores en Brasil deciden mantener el fallo del Tribunal de Río Grande, agricultores locales aumentaran su dependencia tecnológica a empresas como Monsanto.
Fuente: Matrizdelsur