El Gobierno de Angela Merkel va a endurecer los permisos para inmigrantes limitando el acceso a las prestaciones sociales y limitando los permisos de residencia en el país mientras se busca empleo.
El ministro del Interior, Thomas de Mazière, y la titular de Trabajo, Andrea Nahles, han presentado en Berlín el informe redactado por un grupo de trabajo que ha estudiado el actual marco legal y avanzaron una serie de propuestas.
Destaca la pretensión de prohibir temporalmente el reingreso en el país a quienes hayan cometido fraude o abuso, como la utilización de documentos falsos; la concesión de permisos limitados de residencia -de entre tres a seis meses- para la búsqueda de empleo; y la decisión de castigar penalmente el fraude para conseguir papeles.
La gran coalición de Gobierno que dirige Angela Merkel quiere también endurecer las condiciones para acceder a determinadas prestaciones, como las que se cobran por los hijos a cargo, para evitar que los inmigrantes, que pueden recibir ayudas por los niños que mantienen fuera de Alemania, perciban subvenciones dobles.
El informe se centra en el posible impacto que puede tener en Alemania la apertura de fronteras a los ciudadanos búlgaros y rumanos, que desde el 1 de enero no necesitan un contrato de trabajo para entrar en el país, e intenta calmar a los conservadores bávaros de la CSU, partido hermano de la CDU de Merkel y miembro del gobierno de coalición en el que también están los socialdemócratas.
El número de rumanos (205.026) y búlgaros (118.759) en Alemania es todavía inferior al de otras nacionalidades europeas, como polacos (532.375), italianos (529.417) o griegos (298.254), pero el ministro del Interior destacó el importante incremento que han registrado en los últimos años.
Información: huffingtonpost