AMLO posicionó en televisión su dicho en plazas públicas; Anaya, Meade, Margarita y el Bronco pelearon por ser mejores candidatos de la continuidad neoliberal y de la guerra
Regeneración; 22 de abril del 2018. El primer debate presidencial previo a la elección del 2018 se realizó bajo un formato poco visto en los medios de comunicación del país. Se trató de 6 temas dosificados en tiempos cortos, bajo un formato de respuesta rápida con derecho a réplica.
Cada uno de los candidatos actuó conforme a su posicionamiento con que llegan en las encuestas previas, AMLO como el puntero, seguido de lejos por el resto de los candidatos.
Se trata también de un espectáculo televisivo, donde los temas de fondo y los instrumentos de análisis de las propuestas quedan rezagados con relación al formato mismo del debate.
Sin embargo, es de reconocerse que por los entrevistadores se permitieron un estilo menos acartonado que otros debates presidenciales.
Lo cierto es que este debate presidencial televisado y sus apreciaciones pasan por el intercambio y el razonamiento de las redes sociales que implica una interacción no unidireccional como el que proporciona la televisión.
AMLO posiciona su discurso expresado en las plazas del país
Andrés Manuel López Obrador buscó posicionarse como el candidato que busca un pacto social distinto a la lógica de los gobiernos neoliberales que han enriquecido a una minoría en detrimento del conjunto de los sectores sociales.
Por eso se permite AMLO afirmar que buscará un gobierno “para ricos y pobres” y no para unos cuantos.
En su estilo se trato de posicionar aspectos claves de su propuesta política misma que ha manifestado a lo largo del país.
Sin embargo estuvo en el centro del debate, todos los candidatos se posicionaron en contra de los postulados de AMLO e hicieron de su discurso el centro del debate.
Ricardo Anaya, el candidato de la continuidad neoliberal y que busca posicionarse como el único que puede derrotar a AMLO.
Anaya se esforzó en ser el mejor repetidor de afirmaciones hechas a lo largo de todos estos años con relación a su supuesta falta de probidad o los supuestos bienes que esconde o que vive del presupuesto.
El candidato del PAN, al igual que el resto de los candidatos se pronunciaron por continuar el esquema de la guerra contra el narco y todas las consecuencias fatales que ha tenido.
Entre todos intentaron presentar a Andrés Manuel como el candidato que transa con “los malos” como diría Meade; Anaya incluso utilizó el ejemplo de El Salvador y el de Colombia para descalificar procesos de paz avalados por la comunidad internacional.
En este aspecto la nota estridente la dieron tanto Margarita Zavala como El Bronco.
El Bronco por su propuesta de cercenar la mano de los que “roben”, cuestión que evidentemente es una abierta violación a los derechos humanos y es propio de países dictatoriales.
Margarita Zavala por su parte dio la nota en el sentido de querer dar continuidad a la política de su marido, Felipe Calderón y que ha continuado Enrique Peña Nieto, y que ha conducido a la tragedia humanitaria que vive el país.
Zavala hizo sus intervenciones como si no fuera parte de la estructura partidaria y política que ha implementado la guerra contra el narco. Como si no hubiera sido partícipe directa de esa política, como diputada, como parte de la estructura del PAN y como esposa de Calderón.
Excepto AMLO, en el tema de la seguridad, todos los candidatos se refirieron no al problema de fondo que es la pobreza estructural y la corrupción institucionalizada, sino al aparato técnico como la capacitación policial, la profesionalización, desestructurar las bandas criminales, etcétera, medida que son de manual, e incluso consultarse en la Wikipedia.
La fiscalía independiente es un ejemplo del oportunismo político y de la debilidad de los candidatos opositores a AMLO.
Anaya dijo que el sí estaba de acuerdo con una fiscalía independiente y trato de demostrar que AMLO estaba en contra.
Pareciera que Anaya no fuera apadrinado de Fernández de Ceballos o que no hubiera sido diputado ¿por qué no la propuso antes?
La fiscalía independiente ha sido una propuesta de los organismos civiles, de la ONU misma.
Denise Maerker le hace la pregunta directa a Anaya ¿por qué no le preguntó sobre la derogación de la Ley de Seguridad Nacional?
Pareciera una pregunta a modo. Y por otro lado devela el aspecto central de los movimientos sociales que con toda legitimidad piden que sus preguntas sean parte del debate ¿Por qué no le hicieron las mismas preguntas a todos los candidatos con relación a estas demandas dadas a conocer de manera pública?
En todo caso los movimientos sociales tienen como eje el logro de sus demandas, gobierne quien gobierne.
Con relación a los temas como la corrupción, la democracia, el pluralismo y la situación de los grupos vulnerables se mostró la misma constante que en los temas de seguridad: AMLO resaltó aspectos de sus propuestas y los demás candidatos postularon esquemas de continuidad neoliberal.
Quizá en ese aspecto El Bronco fue el más folclórico al mencionar que él no tiene programas sociales y que ha logrado reducir la pobreza extrema. El único problema es que sus afirmaciones chocan con la realidad que se denuncia día a día en las redes sociales, mismas que se encargarán de desmentir en los próximos días todas y cada una de las mentiras e histrionismos de los candidatos de la continuidad neoliberal y de la guerra interna en México.