Carreteras al Nuevo Aeropuerto serán caras y hechas por OHL; son un riesgo: Experto

Para Bernardo Baranda, director del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP), las soluciones propuestas para el nuevo aeropuerto presentan un riesgo de movilidad.

Regeneración, 25 enero 2018.- El proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) requerirá una infraestructura carretera para satisfacer a prácticamente el doble de las personas que llegan y salen del actual puerto aéreo.

El Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) reveló que a diario 220 mil personas arriban y abandonan por tierra el inmueble actualmente en operación, y que para 2020 -la fecha estimada para el inicio de operaciones de la nueva central aérea- el flujo aumentará 36%, a 290 mil viajeros, de los cuales 70% deberá de salir o llegar en autotransporte.

Esto sin contar a los 90 mil trabajadores que llegarán por carretera.

Según estimados de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), requerirán una inversión de 40 mil 241 millones de pesos, equivalentes al valor inicial del proyecto de 58 kilómetros del Tren México-Toluca.

De acuerdo con el GACM, para satisfacer la demanda de transporte por automóvil se requerirán 17 obras promovidas por los gobiernos federal, de la CDMX y del Estado de México.

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Dentro de las obras que se contemplan realizar, se encuentra la ampliación del Circuito Exterior Mexiquense -en su tramo situado al oriente del NAIM- de cuatro a seis carriles, además de la modernización de 40 kilómetros que van de la misma vialidad del nuevo aeropuerto al distribuidor en Ixtapaluca y la construcción de seis carriles adicionales de la Peñón-Texcoco.

También se contempla la edificación de un viaducto elevado en la Avenida 602, la ampliación y un segundo piso en el Periférico Oriente, la autopista Siervo de la Nación, así como la ampliación de las autopistas Ecatepec-Naucalpan y Pirámides-Texcoco, entre otras.

Para Bernardo Baranda, director del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP), las soluciones propuestas para el nuevo aeropuerto presentan un riesgo de movilidad.

“Son soluciones del siglo pasado que resultan en congestión vial, mala calidad del aire e inequidad porque se prioriza a una minoría que tiene auto; en ningún aeropuerto que se diga moderno se pone primero la infraestructura vial, luego se mete el transporte público con calzador y resulta en algo ineficiente que no llega al aeropuerto como le pasó al actual”, agregó Baranda.

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En su estudio titulado “Políticas de Turismo en México”, la OCDE señala que el país necesita de un sistema de transporte público amigable con el viajero que porta equipaje e incluyente con las necesidades de personas con discapacidades y gente adulta.

De acuerdo con analistas, OHL y Pinfra serán de las constructoras beneficiadas con la cristalización del plan de conectividad vial del NAIM. Las empresas no han revelado detalles sobre las modificaciones a sus títulos de concesión.

 

Con información de El Financiero y El Universal