Por Nadim David *
Estoy consciente de que a muchos no les interesa la política, así como estoy consciente que muchos están ya hartos de tantos spots; esto no es un spot, esto es un llamado de un ciudadano libre, sin partido político, esto es un llamado de un joven, uno entre millones que somos en México, estas palabras son por cariño al bien colectivo, no soy su rival, no soy su enemigo, formo parte de ustedes, de nosotros, No somos solamente el presente de México, somos el futuro, un futuro que no se reduce a un simple sexenio que está por venir, sino a todo un movimiento de cambio, del cual debemos ser participantes, no podemos permitirnos ser únicamente espectadores, puesto que el único destino que existe en la vida es el que se construye con las acciones.
¿Qué sucedió entonces con el cambio?, Fox dijo que iba a continuar con el único modelo que había probado éxito, el neoliberal, no hubo cambios, la situación económica permaneció mediocre, y es entonces cuando después de una enrarecida, muy cuestionada y turbia elección de 2006, llega Calderón a la presidencia, muchos jóvenes y demás personas tenían la esperanza de que fuera realmente lo que prometió, el candidato del empleo, pero a punto ya de terminar su sexenio, los datos, son contrarios a las promesas. Deben ustedes saber, que, el desempleo ha aumentado, actualmente existen 2.8 millones de gente sin trabajo, lejos de que Calderón saliera con las manos limpias, deja una cifra de 150 mil muertos a causa de la guerra contra el narco. Muchos de ustedes dirán: ¿Entonces cómo se le podría haber combatido?, la respuesta es fácil: a través de la educación y el empleo, que es como los países de primer mundo han combatido el tema. El ser joven, implica ser revolucionario, más no significa ser violento, no olvidemos, que la violencia, sólo genera más violencia, los resultados, hablan por sí mismos.
Entonces, jóvenes, ¿qué tenemos que hacer?, debemos ir más allá de todo lo que la televisión nos ha tratado de meter en nuestras conciencias, los seres humanos tendemos a tomar como verdad lo que nos repiten muchas veces, pocas ocasiones nos damos a la tarea de investigar si lo que se nos ha enseñado es verdadero.
Estamos en un país en el que nuestra estructura social, la gran mayoría, está conformada por gente pobre, o sea, si imaginamos una pirámide, este sector al ser el más numeroso, sería la base, y estamos en un modelo económico en el que el apoyo, está depositado en la punta, ¿Qué sucede entonces?, pues lo que está ocurriendo en el mundo: la llamada crisis económica mundial, sin embargo, no es una crisis mundial, es una crisis del sistema, es una crisis del modelo, en el cual no nos ve como seres humanos sino como materia prima de explotación, y eso, amigas y amigos, tiene que terminar.
Repito: ¿Qué debemos hacer?, más allá del cambio que cada quien deba aportar en lo individual, más allá del granito de arena que debemos depositar no sólo para el país sino para la misma humanidad, debemos comprender que en estos momentos sólo existen tres candidatos: Una candidata que ha dicho que habrá de continuar con los 6 años de una política fracasada e inútil que sólo ha dejado estragos económicos y miles de muertos, otro candidato que habrá de retornar al mismo sistema dictatorial partidista que la gente reprobó en el 2000, que la gente festejó porque supuestamente había llegado a su fin, y un candidato que tiene en contra a los grupos en el poder.
Jóvenes, con cariño les digo, pregúntense: ¿Por qué alguien ha sido atacado con tanta fuerza por los grupos en el poder?, ¿Por qué no conviene a México, o porque no conviene a estos grupos?, Hagamos un razonamiento simple, si son los grupos en el poder los que han mantenido a México en la sombra, siendo un país tan bello, un país con tantos recursos, un país con tanta gente valiosa y con ánimos de trabajar, por qué entonces creer que las televisoras y demás grupos de poder quieren cuidarnos?
Ustedes jóvenes, nosotros, somos el cambio, no podemos seguir la vieja línea de la desinformación con la que muchos han caído, no podemos ser silenciados con la mordaza de la mentira, bien es cierto que la verdad nos hará libres, y es con esa libertad y veracidad de juicio que habremos de tomar una decisión.
Este sexenio que viene, es el más importante que habrá en nuestra historia, porque existe el interés de millones en generar un cambio, existen millones de personas inconformes con el sistema que no les ha permitido avanzar como se debería, existen millones de personas más despiertas gracias a esto, a las redes sociales, un poder en donde la información no tiene línea, un poder en donde la razón puede ser fundamentada y no comprada, un poder en el que sobre todo, nosotros los jóvenes, somos la fuente no vendida de conocimientos, somos la fuente de libre expresión, somos libres pensadores que comparan, que analizan, que investigan y que comparten.
Con afecto les digo, por favor, abracemos el país no de manera egoísta, no queriéndolo convertir en un pastel en donde sólo apretemos una rebanada y terminemos ensuciándonos las manos, abracemos sin egoísmo a la nación en la que vivimos, votemos con la razón, votemos con el corazón, no permitamos que por apatía o desinformación lleguen al poder los representantes del sistema podrido que tiene a México encadenado.
El poder de la juventud, es el poder manifiesto que debe ser un producto de la revolución de la conciencia, un poder lleno de virtud, y el poder de quienes aún no deciden, es un poder secreto, un inmenso poder con el que posiblemente se terminará decidiendo el rumbo de los próximos 6 años y de las siguientes generaciones.
No voten por sus intereses personales, no voten por lo que sólo les beneficiará a ustedes, el mundo es un sol que brilla para toda la humanidad, así como México debe ser un sol que ilumine a todos los mexicanos.
Por favor, demos la oportunidad al candidato que pretende ser representante de las buenas intenciones, de las buenas acciones, demos la oportunidad al individuo que se ha mostrado diferente a lo acostumbrado. No debemos tener dudas, no debemos tener miedo, no temamos a romper con los viejos esquemas, los cuales se han convertido en cadenas, rompamos con esas cadenas, revolucionemos nuestra visión de las cosas, despertemos nuestro cariño por el bien de los demás.
No somos azules, rojos o amarillos, no somos soldados desconocidos, somos jóvenes, no hermana la misma tierra, nuestro espíritu se alimenta del mismo interés por construir un cambio, somos la misma energía que pretende ayudar a los demás, somos el mismo viento que intenta refrescar las heridas sociales, somos el cambio. Agradezco de corazón su atención, si les parece prudente, difundan el mensaje. Muchas gracias.
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