Ejecuta Arabia Saudita a 47 personas vinculadas con terrorismo

En las fotografías, el clérigo Nimr Baqir al Nimra, un conocido reformista chií
En las fotografías, el clérigo Nimr Baqir al Nimra, un conocido reformista chií

Regeneración 02 de diciembre de 2015.- Arabia Saudí ejecutó a un grupo de 47 personas sobre las que pesaba la pena capital, entre las que se encontraba el clérigo Nimr Baqir al Nimra, un conocido reformista chií.

Los ajusticiados son en su mayoría de nacionalidad saudí, salvo un egipcio y un chadiano, ha informado el Ministerio saudí de Interior.

En tanto, Irán, su principal rival en la región, advirtió de que la ejecución del clérigo «le costará muy cara a Arabia Saudí «.

El líder religioso iraní Ahmad Jatami condenó severamente la ejecución e hizo un llamamiento al mundo islámico a condenar la misma.

El portavoz del ministerio iraní de Exteriores, Yaber Ansari, consideró la ejecución una «muestra de la profunda imprudencia e irresponsabilidad» del Gobierno de Arabia Saudí,y añadió que «en lugar de ocuparse de los terroristas (del Estado Islámico), que ponen en peligro a la región y al mundo entero, los saudíes ejecutan a una figura como Al Nimra».

Ansari dijo que «el Gobierno de Saudí habla con sus críticos internos con un lenguaje de ejecución y represión mientras apoya a los terrorista y los extremistas takfiríes (extremistas suníes)», informó la agencia oficial iraní de noticias IRNA.

Las ejecuciones tuvieron lugar en 12 ciudades de Arabia Saudita, donde cuatro prisiones recurrieron a pelotones de fusilamiento mientras que el resto optó por decapitaciones. En diciembre, al Qaeda en la Península Arábiga amenazó con emprender represalias contra el reino por cualquier ejecución de sus miembros.

Entre los 43 yihadistas saudíes ejecutados el sábado figuraban varios prominentes miembros de al Qaeda, incluyendo a aquellos condenados por ataques contra instalaciones occidentales, edificios gubernamentales y misiones diplomáticas en las que murieron cientos de personas entre 2003 y 2006.

Con información de El Mundo y El Economista