María del Carmen guardaba de recuerdo el cordón umbilical de su hijo Felipe Diego, y fue gracias a él que se pudo identificar con certeza su cadáver.
Regeneración, 18 de octubre de 2017.- Felipe Diego Piña Martínez es el primer identificado de la fosa clandestina de Arbolillo en Veracruz, su mamá, María del Carmen proporcionó su cordón umbilical, el que guardaba como recuerdo y con él pudo tener la certeza del destino de uno de sus hijos.
Según expertos genetistas, el vínculo de vida entre María y Diego fue lo que le habría dado el 99.9 por ciento de certeza sobre su muerte.
Y aunque su corazón ya descansa por Diego, aún le falta Mario, su hijo mayor.
Diego y Mario fueron vistos por última vez el 11 de diciembre de 2011, cuando el primero y su prometida, Maribel, fueron a una boda en el municipio de Veracruz; los enamorados fueron recogidos por Mario, quien pasó en su taxi a algún punto de la ciudad, desde ahí, su rastro se esfumó.
María del Carmen estuvo a la espera de noticias, pero cuando ninguno de sus dos hijos, con quienes vivía, apareció, interpuso una denuncia por desaparición. El taxi fue hallado días después, en él no se encontraron ni armas, ni signos de violencia, tampoco drogas.
Según con la relatoría de los hechos, Diego, Maribel y Mario fueron trasladados contra su voluntad del puerto de Veracruz a la comunidad de Arbolillo, en donde aparecieron muertos Diego y Maribel, en la parte trasera de un rancho, donde debido a las condiciones de clima y vegetación, sus cuerpos no perdieron tejido fibroso, lo que les permitió identificarlos.
De Mario, aún está a la espera, pero no quita la vista de cualquier noticia sobre los restos de la fosa de Arbolillo.
«Yo lo que quiero es encontrarlos a los dos, recuperarlos. Y descansar”, indicó.