Sin justicia, a tres años la Fiscalía General de Veracruz apenas obtuvo los registros de teléfono de la joven desaparecida; sus hijas viven de caridad.
Regeneración, 05 de septiembre 2016.- Xóchitl Celeste Castañeda Hernández, de 25 años de edad, desapareció el martes 5 de febrero de 2013, desde entonces, su madre la ha buscado incansablemente, encontrándose a funcionarios insensibles y falta de acción en la búsqueda de la joven.
Xóchitl confesó poco antes de su desaparición, que andaba con un “gavilán o halcón”.
“Yo le dije que ni siquiera me lo fuera a presentar, que a esa porquería de gente no la quería en mi casa. Le insistí que era un peligro andar con ellos, pero ella me contestaba que ese era bueno. No la pude convencer, su problema es que es muy noble y soñadora”, recuerda la madre.
La desaparición que tuvo lugar hace tres años, relata que Xóchitl dejó a sus dos hijas en la entrada de la escuela y avisó que pasaría a la hora de la salida por ellas, cosa que no ocurrió.
“Yo me entero que mi hija desaparece como a las 5 de la tarde del martes 5 de febrero de 2013, cuando una de las maestras nos avisan por teléfono que si sabían de Xóchitl, pues las niñas estaban desesperadas porque no llegaba”, relata la madre de la joven.
Tras su desaparición, los familiares supieron que Xóchitl, pasaba tiempo con el taxista (su pareja) en el antro La Cantinita, no obstante, cuando se contactó al hombre este aseguró jamás haber conocido a la joven de 25 años, argumento que le sirvió para que la Fiscalía General del Estado, descartar alguna posible responsabilidad del hombre en el caso, pese a que las hijas de Xóchitl, lo señalaron como “el novio de su mamá”.
“Yo me hubiera quedado tranquila si en la declaración de esta persona hubiera dicho que sí fue su novio, pero que terminaron antes de que mi niña desapareciera, alguna mentira así. Pero ¿por qué negó ocho meses de relación? y además contrató a una abogada para presentarse a declarar” señala la señora Castañeda, así será referida por seguridad.
Aunado a esto, aseguran que el novio de Xóchitl, ha sido encontrado varias veces con droga dentro del taxi, pero que al afirmar que es para uso personal, lo han dejado en libertad.
Entre las visitas de la afligida madre a Servicios Periciales, para saber si su hija se encontraba entre los cadáveres no localizados, se encontró con una funcionaria que sin vergüenza alguna le dijo que no se preocupara “porque Xóchitl es muy bonita y si el crimen organizado la reclutó no le pueden hacer daño, pues no ofrecerían mercancía maltratada”.
Aunado a la insensibilidad de los funcionarios, no fue sino hasta julio de este año, que Luis Ángel Bravo Contreras, Fiscal General del Estado de Veracruz, reportó que sus trabajadores ya habían obtenido el registro de las llamadas telefónicas de Xóchitl, es decir, consiguieron sus registros tres años después de los sucesos.
Además, la familia de la víctima no ha obtenido apoyo ni por parte del Estado de Veracruz, ni de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, por lo que las pequeñas hijas de la joven comen gracias a una asociación civil que les regala alimentos cercanos a caducar.
“Es muy duro ver cómo mis nietas me dicen: ¿Y ahora qué más falta que nos pase, abuela? Van creciendo golpe tras golpe, sin dinero, sin comida, sin uniformes y pasan los años y siguen esperando a su mamá”, es todo lo que las lágrimas permiten emitir a la señora Castañeda.
Con información de Blog Expediente.