Gordofobia, hablemos de belleza y no de salud

La gordofobia ha sido durante muchos años disfrazada de preocupación por la salud del “gordito”, pero sobretodo se ha diluido entre risas, bromas y comentarios sarcásticos.

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 Por: Tulix Covarrubias.

Regeneración, 24 de diciembre de 2016.- Si me preguntan si me acepto tal y como soy, la respuesta es no, al igual que la gran mayoría de las mujeres y aún peor si tenemos sobrepeso.

La gordofobia, que no es más que el odio y desprecio irracional a las personas que tienen más grasa de la “socialmente aceptada” en el cuerpo, ha sido durante muchos años disfrazada de preocupación por la salud de los “gorditos”, pero sobretodo se ha diluido entre risas, bromas y comentarios sarcásticos.

No es raro escuchar frases como “tienes que bajar de peso porque te vas a enfermar”, y uno, que es el directamente aludido no deja de preguntarse ¿a Juanita en verdad le preocupa mi salud? Si así es ¿por qué me trae una chela fría cada que se acaba la mía o me invita a hacer una dieta en la que eliminaré de mi ingesta diaria todo rastro de carbohidratos, grasas y proteínas? ¿Eso es sano?

La verdad es que no, no están preocupados por tu salud, así disfrazan su necesidad de invitarte a formar parte del “canon” establecido de belleza, pero no es del todo su culpa, la mayoría de esas personas también han hecho dietas exageradas, ejercicio extenuante y algunas, hasta cirugías plásticas por la presión de la cual son objetos, para al final seguirse sintiendo menos, no suficientes, con poco valor y por supuesto, gordos.

Claro, hay quienes más cínicamente te sueltan: “como que ya te estás pasando de tamales no?” o de plano “hace cuantos kilos no nos vemos” mientras que en medio de risas, te sonrojas y bromeas un poco más para esconder la tristeza, incomodidad y desprecio del que acabas de ser víctima.

Tu salud es lo que menos les interesa a la mayoría de los “preocupados” por tu peso (exceptuando a tu mamá y tal vez tu médico), lo que realmente te tratan de decir, al igual que los que hacen de ti objeto de burla, de miradas juzgonas, es que al ser GORDA, no eres bella y tienes que sentir culpa, remordimiento por cada caloría que le metes a tu cuerpo, asco de ti misma y vergüenza de mostrar tus piernas, tus brazos, tu abdomen.

Parece ser que en lo que todos los gordofóbicos y tristemente hasta nosotros los gorditos estamos de acuerdo, es en el consenso de que al tener sobrepeso usar leggins es un crimen, el bikini está totalmente prohibido y sobretodo en que el adjetivo GORDO es más bien un insulto.

Gordo ya no es más una palabra que te ayuda a describir a una persona sino a denigrarla. Y en este sick sad world, tiene cierta lógica que en Twitter existan trending topics como #LosGordosNoPuedenSerFelices como si ser gordo definiera todo de ti, si puedes o no conseguir trabajo, si puedes o no ser modelo, si eres o no atractivo, si el amor llegará a ti o no, si tienes derecho o no a ser feliz, eliminando de entrada si eres inteligente, amoroso, leal o cualquier otro adjetivo.

Y tanto ha sido el daño causado por estos estándares de belleza francamente inalcanzables y las presiones que ejercen en nosotros, que ahora los gordos somos gordofóbicos, porque siempre hay alguien con más sobrepeso del cual burlarse ¿no?, tan integrada tenemos esta fobia que salvo muy pocas rebeldes nosotras las gordas no usamos crop tops porque “pobre gente que culpa tiene de mis carnes” o ya de plano, nos metemos en dietas que nos hacen más daño que beneficio, hay quienes caen en anorexia o bulimia o los más afortunados simplemente sufren el famoso “rebote” de la dieta en turno.

Y es que el error es no amarte cómo eres, ¡vale!, tienes unos kilos de más ¿y?, sigues siendo hermosa, y no, no sólo tu cara o tu cabello, tu eres hermosa, tus pechos, tus piernas con celulitis o sin ella, tus estrías, tus ojos, tu pancita, tus pies, eres humana.

Mi recomendación para las gorditas es: bajar de peso si se trata de salud no implica dietas terribles donde sólo comes en luna llena, implica alimentarte mejor, bajarle a los azúcares, a las grasas saturadas, a la sal, tomar más agua, hacer ejercicio o ya de “perdis” caminar, es decir, cambiar tus hábitos de vida.

Pero por favor, no te sometas a dietas o cirugías solo por cumplir estándares impuestos o por ser “bella”, porque bella ya eres y GORDO no es sinónimo de desagradable.

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