El Parlamento de Hungría aprobó leyes que permiten al Ejército y la policía el uso de armas no letales y de métodos de coerción contra refugiados para proteger sus fronteras. Se calcula que cuatro millones de personas han huido de Siria desde 2011
Regeneración, 22 de septiembre de 2015. El Congreso húngaro autorizó a su Ejército el uso de armas y de la fuerza contra los miles de refugiados que se agolpan en sus fronteras. Desde hace una semana, los soldados patrullan la valla que Hungría levantó en su frontera meridional con Serbia.
A propuesta del gobierno derechista de Viktor Orban, los soldados podrán utilizar armas no letales y métodos coercitivos, comprobar la identidad y participar en el control fronterizo, así como bloquear carreteras o limitar el tráfico.
La nueva ley autoriza a los soldados el uso de material antidisturbios como pelotas de goma y gas lacrimógeno, pero podrán utilizar las armas de fuego si su vida corre peligro.
Pese a la amplia mayoría del partido conservador en el gobierno en el Parlamento, necesitó del apoyo de la extrema derecha del Jobbik para lograr los dos tercios de los votos necesarios; la oposición de izquierda votó en contra o se abstuvo.
La ley también determina que el Ejército podrá ser movilizado en las áreas donde el Gobierno húngaro ha declarado el estado de crisis, actualmente en seis provincias en la frontera con Serbia, Croacia y en parte con Austria.
Otro aspecto de la nueva normativa autoriza a la policía a realizar, en colaboración con los servicios de seguridad nacionales, investigaciones en el extranjero en relación con los traficantes de personas y con el terrorismo en general.
El pasado 15 de septiembre se aprobaron unas leyes en Hungría que prevén penas de hasta tres años de cárcel por cruzar de forma ilegal la frontera y de hasta cinco años si se realiza armado o dañando las vallas erigidas para frenar la entrada de migrantes. Las autoridades húngaras han interceptado en lo que va de año a más de 220.000 refugiados provenientes de países en conflicto de Oriente Medio.
El 15 de septiembre Hungría cerró su frontera con Serbia, donde ha construido una alambrada de cuchillas y una valla de malla, para detener los inmigrantes que optaron por seguir rumbo a Austria y Alemania, a través de Croacia y Eslovenia.
En la frontera con Croacia, Hungría también elevó una valla con concertinas y se ha iniciado la construcción de la segunda, más alta.
Las vallas generan polémica, viola Tratado de Schengen
El primer ministro de Hungría, el conservador nacionalista Viktor Orban, ha asegurado hoy que las vallas son la solución para resolver en Europa la actual crisis de los refugiados. En un discurso pronunciado en el Parlamento, Orban ha asegurado que la valla alambrada levantada en la frontera entre Hungría y Serbia «funciona» y ha aconsejado a otros países que sigan el ejemplo magiar.
«El tratado de Schengen (de libre circulación comunitaria) obliga a defender las fronteras» y, «si para esto hay que construir vallas, que todos las construyan», dijo.
Orban ha recordado que la valla en la frontera serbia detuvo la inmigración ilegal y ha agregado que su Gobierno «defenderá también la frontera con Croacia y Eslovenia», para lo que ha pedido que el Parlamento apruebe una ley que permita el envío de más soldados a la frontera.
Por su parte, Serbia ha pedido a la Unión Europea (UE) una «urgente reacción» al cierre por parte de Croacia de su frontera para el tráfico de camiones, una decisión que consideró una violación flagrante de los acuerdos comunitarios.
«Croacia, como miembro de la UE, debe respetar todas las disposiciones del Acuerdo de estabilización y asociación entre Serbia y la Unión», ha indicado el ministro de Comercio serbio, Rasim Ljajic, en una carta al comisario europeo de Ampliación, Johannes Hahn.
«Por esto, nuestro país espera una reacción de Bruselas para una solución cuanto más rápida del problema», ha dicho Ljajic en un comunicado, y ha señalado que en el paso fronterizo de Batrovci/Bajakovo las filas de camiones alcanzan unos diez kilómetros.
Ljajic ha preguntado «quién compensará los enormes daños que por este bloqueo sufren la economía y los exportadores serbios, teniendo en cuenta que gran parte de las mercancías en los transportes parados son perecederas y con corta fecha de caducidad».
Según el ministro, Croacia no puede justificar su decisión con razones de seguridad y por la crisis migratoria. Croacia cerró sin explicación la medianoche pasada para el tráfico de camiones el único paso fronterizo que todavía tenía abierto con Serbia, tras el cierre de otros siete por la crisis de los refugiados.
Reticentes al sistema de cuotas
Los países de Europa central, reticentes al sistema de cuotas, han declarado hoy conjuntamente sobre la necesidad de encontrar un acuerdo común en la Unión Europea sobre el reparto de migrantes, ha declarado hoy el ministro checo de Asuntos Exteriores, tras la reunión con sus homólogos polaco, húngaro, eslovaco, letón y luxemburgués.
«Yo puedo decir que todos los participantes en la reunión se han adherido a la idea de llegar a una posición común durante el día de mañana», ha indicado Lubomir Zaoralek, en Praga.
Las reuniones en Praga y de los ministros de Interior del martes en Bruselas deben servir para construir un consenso en el Consejo Europeo.