El pasado 8 de abril la Interpol emitió la alerta roja para la búsqueda internacional del cura pederasta de San Luis Potosí acusado por al menos 19 víctimas de abuso sexual.
José, una de sus víctimas dijo a La Jornada en 2014 que el abuso fue devastador en su vida por la culpa y el miedo.
Regeneración, 13 de abril de 2016.- A dos años de la denuncia que se presentó de manera pública y luego ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de San Luis Potosí, la Interpol emitió la alerta o ficha roja para la búsqueda del sacerdote pederasta Eduardo Córdova Bautista.
Los cargos que se le imputan son “privación ilegal de la libertad, abuso sexual calificado, corrupción de personas menores de 18 años de edad o de personas que no tienen capacidad para comprender el significado del hecho o de personas que no tienen la capacidad de resistirlo y violación equiparada”.
El cura gozó de la protección de la arquidiócesis de San Luis Potosí y fue representante legal de la misma. Córdova habría abusado durante años de jóvenes en edad de secundaria y preparatoria que fueron sus alumnos en diversos colegios católicos privados así como en el ejercicio del sacerdocio.
José, una de sus víctimas, dijo a La Jornada en 2014 que el abuso fue devastador en su vida por la culpa y el miedo: “la primera vez tuvimos una plática en confianza; era mi guía espiritual. Me dijo: ‘te veo tenso, acuéstate y relájate’. Me invitó a ponerme boca abajo para darme un masaje usando un tema espiritual y no pasó a más. La segunda vez me pidió que me quitara toda la ropa, incluida la trusa. Empecé a sentirme extraño y él me dijo: ‘esto es normal y te va ayudar’. La cuarta vez, él se desnudó y me pidió que yo le diera masaje. Empezó a besarme el cuello; me paralicé y empecé a llorar. Me levanté, me metí al baño. Regrese y le dije: no sé si voy a poder superar esto. No quiero volver a verte. Yo era virgen, inseguro e ingenuo. Con todas las terapias que he tomado sigo sin saber por qué lo permití, pero tenía un bloqueo por su figura sacerdotal”.
En abril de ese mismo año el exsacerdote Alberto Athié declaró que Córdova habría abusado sexualmente de por lo menos 100 menores de edad y que el proceso ya se había llevado al Vaticano donde finalmente se determinó retirarlo del ministerio. Sin embargo la arquidiócesis de San Luis defendió al cura y negaron conocer las denuncias en contra del sacerdote. Unas 19 víctimas de Córdova interpusieron denuncias personales por los abusos.
En junio el ex sacerdote fue retirado del ministerio y fue señalado como pederasta por el Vaticano. Posterior a ello el arzobispo Cabrero de la arquidiócesis de San Luis pidió disculpas públicamente y abrió una comisión de atención a víctimas, misma que nunca funcionó.
En febrero de 2015, tras la admisión de la denuncia penal, se informó que se había solicitado a la Interpol la emisión de la alerta para la búsqueda internacional del pederasta quien se presumía se encontraba refugiado en España.
Con la entrada del nuevo gobierno el procurador dijo que jamás se solicitó la alerta a la Policía Internacional pero sí se estaba buscando.
Fue hasta el pasado viernes 8 cuando la Interpol hizo pública la ficha de Eduardo Córdova Bautista de 56 años de edad y originario de San Luis Potosí, 1.72 metros de estatura, cabello canoso y ojos verdes.
Con información de Proceso.