A poco más de 20 años del levantamiento zapatista, Chiapas sigue padeciendo las mismas tragedias humanas, que lo colocaron en 1994 en las ocho columnas de periódicos nacionales e internacionales.
Tal como en aquellos años que Chiapas era el estado más pobre del país, con el mayor grado de analfabetismo, en donde los civiles ganaban dos o menos salarios mínimos, y los indígenas y campesinos eran asesinados y/o despojados de sus tierras, en la actualidad sin cambio alguno, dichas problemáticas siguen siendo parte de la vida cotidiana de la población del sur de México.
Con Manuel Velasco, la prostitución forzada, asaltos, asesinatos, grupos delincuenciales, tráfico de armas, producción y distribución de drogas, robo de ganado, extorsión, amenazas, secuestros, corrupción de las autoridades, inseguridad e impunidad, se ha disparado como nunca antes en su historia. Todo en el marco de la Tele-Boda de Velasco y Anahí, romance fraudulento con olor a Los Pinos 2018, ‘’tortolitos’’ financiados por la pobreza de los chiapanecos…