En México se consumen 26 mil millones de litros de agua embotellada, debido a que el 81 por ciento de la población desconfía de los servicios del líquido potable y prefiere agua purificada, destacaron investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
En su artículo “Gobernanza corporativa. Las empresas transnacionales del agua embotellada”, los expertos Delia Montero Contreras y Jorge Hernández refieren que el negocio del agua embotellada a nivel mundial está dominado por cuatro compañías, dos europeas y dos americanas.
En un comunicado explicaron que a partir del siglo XVII este negocio comenzó a cobrar auge, tras descubrirse los primeros manantiales, a cuyas aguas se les atribuían cualidades que beneficiaban la salud y despuntó en las décadas de los 80 y 90.
Un factor esencial para el dominio y expansión de dichas embotelladoras del mercado del agua embotellada son las facilidades que se les otorga para operar “con poca normatividad, particularmente un fenómeno que se acentúa en América Latina”.
Esta actividad resulta muy redituable si se revisan el incremento de sus ventas históricas anuales y su mayor participación en el mercado, siendo en Europa las pioneras en y, a diferencia de las americanas, donde lograron embotellar tanto agua de manantial como de la red pública que purifican hasta nuestros días.
En ese sentido, indicaron que ese éxito empresarial contrasta con el severo problema de escasez de agua que sufre, por ejemplo, México, sobre todo en zonas rurales, y el alto consumo de agua embotellada.
Recordaron que cifras de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) revelan que a fines de 2013, la cobertura de agua potable a nivel nacional era de 95.4 por ciento en zonas urbanas y de 81.6 por ciento en zonas rurales
Su trabajo revela que los ingresos que este mercado podría obtener en 2019 serían de aproximadamente nueve millones de dólares tan sólo en México, cuyo consumo en el país es de 26 mil millones de litros de agua embotellada, cifra que representa un 55.5 por ciento de crecimiento del sector de 2009 a 2014.
En el estudio publicado en el libro Institucionalismo y Gobernanza. Actores y Cultura en el Cambio Social, los académicos señalaron que esas transnacionales se consolidaron en el marcado al absorber a empresas pequeñas y locales.
De esa manera, consiguieron embotellar y comercializar agua que adquieren de las redes de distribución pública, con lo que amplían su radio de acción en todo el mundo, “un negocio que impulsaron gracias a su amplia experiencia en la comercialización y distribución de bebidas y lácteos a nivel mundial”.
Otro aspecto fundamental de su éxito económico es la búsqueda de ventajas competitivas a través de la innovación de sus productos, formas de organización y nuevas tecnologías de la información que llevan al interior de la empresa.
El análisis del mercado del agua y las empresas que lo dominan muestra la importancia que cobra la organización, sus ajustes al implementar nuevas tecnologías e investigación y usar a su favor las percepciones de sus clientes sobre el cuidado de la salud en relación con la pureza y calidad del agua embotellada que ofrecen.