Mi voto es por Sanders

Por Rodolfo Bueno

 

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Posted by Together.Vote on lunes, 8 de febrero de 2016

Regeneración, 8 de febrero del 2016.-Que los grandes líderes surgen durante las grandes crisis es una verdad ineludible y lo demuestra la popularidad de Bernie Sanders en la actual contienda electoral que se da en la sociedad estadounidense. Sucede esto porque Estados Unidos vive una de las mayores crisis de su historia: Colapso en la producción de gas y petróleo de esquisto, consecuencia de la ‘Guerra Boba’ desatada por Estados Unidos y Arabia Saudita contra Rusia, Irán y Venezuela; deuda del Gobierno Federal estadounidense que supera los 19 billones de dólares y que, según una ley aprobada por el Senado de Estados Unidos., su límite se incrementará de manera automática hasta marzo del 2017, igual que el gasto militar de ese país; una clase media que está al borde de la extinción; una población que cada vez trabaja más horas por salarios cada vez más bajos; una distribución de la riqueza que favorece, exclusivamente, al uno por ciento de la población; estudiantes cuyo gastos para terminar una carrera universitariason cada vez más altos, para no encontrar trabajo, luego de graduados; un Congreso renuente a discutir los problemas de la sociedad, como son la creación de empleos, el aumento del salario mínimo, la igualdad salarial para las mujeres, garantía para que los jóvenes puedan ir a las universidades, la gratuidad de las matrículas en los colegios y en las universidades públicas y el cambio climático. Es una verdadera locura no tratarlos porque, como Sander bien recalca, “Todos estos son los asuntos en los cuales creen los estadounidenses”.

Para que su futura presidencia no se convierta en el fiasco en que se ha convertido la administración del Presidente Obama, Sanders ha pedido el apoyo del pueblo para el caso en que ganase las elecciones, como todos esperamos. “Ningún presidente puede hacerlo solo… Nadie puede hacerlo solo. Necesitamos hacerlo juntos”, ha dicho.

Poco a poco, el electorado norteamericano, especialmente su juventud, pierde el miedo al socialismo. Como escribe Kshama Sawant en un artículo en ‘The Guardian’, la palabra sucia ya no es socialismo sino capitalismo, y añade que “la gente está hambrienta de alternativas políticas que sirvan a sus intereses, en lugar de la avaricia insaciable de Wall Street”.

Se debe recalcar que si Hillary Clinton ganase la nominación presidencial por el partido demócrata, su candidatura sólo colaboraría al triunfo de Donald Trumb -tal vez eso es lo que buscan las derechas republicanas y demócratas-, porque su nombre está relacionado con varios escándalos y Trumb le va recordar a cada momento la frase, “Fuimos, vimos y se murió”, pronunciada por Hillary tras el magnicidio de Gaddafi, y toda la sangre derramada en el Medio Oriente cuando fue Secretaria de Estado. También su nombre, igual que el del Presidente Obama, está íntimamente relacionado con Monsanto, empresa que cultiva semillas modificadas genéticamente y que extermina a las abejas y, en general, a la naturaleza.

En favor de Sanders se puede decir que si en un comienzo la gente no creyó que un político ‘demócrata socialista’ pudiera convertirse en un rival serio para la esposa del expresidente Bill Clinton, y que en Iowa hubiera sucedió todo lo contrario, convierte el triunfo de Hillary, de apenas un 0,2 % de ventaja, en una victoria pírrica, más que nada porque para obtenerla la mafia demócrata debió realizar un sorteo en seis mesas con el improbable resultado, siempre en favor de la señora Clinton. Este evento, por demás ‘curioso’, hará que en adelante el pueblo se sume a la campaña por Sanders y le dé su voto; además, si se toma en cuenta que en las encuestas del Estado de New Hampshire, donde el 9 de febrero se celebrarán las próximas primarias, Bernie casi dobla a Hillary -un 57 %, frente a un 34 %- las posibilidades de que la señora Clinton sea nominada son inferiores a las del año 2008, cuando comenzó como favorita pero perdió frente al actual Presidente Obama.

De ahora en adelante, la cosas marcharán viento en popa en favor de Sanders no sólo porque lo necesita el pueblo estadounidense sino también, todos los pueblos del planeta, que están cansados de tanta política arbitraria, de tanta guerra de rapiña, de tanta prepotencia y que sólo piden a los gobiernos de turno de Estados Unidos, “déjenos en paz, no se metan en nuestros asuntos, gobiernen bien, resuelvan sus problemas y nosotros veremos en qué les seguimos”.

Por lo pronto nos gusta la respuesta tajante de Sanders a un periodista que le pregunta si se consideraba parte del sistema capitalista. “¿Si me considero parte del proceso del capitalismo de casino por el cual tan pocos tienen tanto y la inmensa mayoría tiene tan poco, con el cual la avaricia y el descuido de Wall Street destruyen esta economía? No, no lo soy”. ¡Bravo, Bernie!, así se habla. Dios te conserve con vida porque en tus manos y en las del pueblo consciente de Estados Unidos está la posibilidad de que este planeta siga su rumbo, caso contrario tu país se enfrentará a un albur de muy difícil pronóstico.