Microplásticos en 90% de marcas de sal y 69% de alimentos marinos

Sal. Estudio en 21 países de Europa, Sudamérica y Norteamérica, África y Asia mostró que casi todas las marcas de sal de mesa contienen microplásticos

Sal y alimentos del mar con microplásticos
Sal y alimentos del mar con microplásticos

Regeneración, 10 de julio del 2019. Sal de mesa y alimentos del mar. Hace años, ya se habían descubierto microplásticos en la sal marina, una nueva investigación demuestra que los microplásticos se encuentran presentes en el 90 por ciento de las marcas de sal de mesa analizadas a nivel mundial.

De 39 marcas analizadas, 36 contenían microplásticos, según concluyó el equipo de investigadores de Corea del Sur y Greenpeace East Asia.
Expansión geográfica de los microplásticos

Esta es la primera vez que se analiza a esta escala global, la expansión geográfica de los microplásticos en la sal de mesa y su correlación con el lugar donde se encuentra la contaminación por plástico en el medio ambiente.

“Los hallazgos sugieren que la ingestión humana de microplásticos a través de productos marinos está muy vinculada a las emisiones en cualquier región dada”, afirmó Seung-Kyu Kim, profesor de ciencias del mar en la Universidad Nacional de Incheon, en Corea del Sur.

Se analizaron muestras de sal de 21 países de Europa, Sudamérica y Norteamérica, África y Asia.

Las tres marcas que no contenían microplásticos proceden de Taiwán (sal marina refinada), China (sal de roca refinada) y Francia (sal marina no refinada producida mediante evaporación solar).

El estudio se publicó este mes en la revista Environmental Science & Technology.

El estudio determinó que la densidad de los microplásticos presentes en la sal variaba enormemente entre marcas, siendo especialmente alta la concentración de las marcas asiáticas.

Las mayores cantidades de microplásticos se encontraron en la sal vendida en Indonesia.

Asia es un punto caliente de contaminación por plástico e Indonesia —con 54,720 kilómetros de costa—figuraba en un estudio de 2015 no relacionado por sufrir el segundo peor nivel de contaminación por plástico del mundo.

En otro indicador de la densidad geográfica de la contaminación por plástico, la sal marina contenía los mayores niveles de microplásticos, seguidos por la sal de lago y, a continuación, la sal de roca (o halita).

El nuevo estudio es el quinto publicado sobre la sal en los últimos años. Se han llevado a cabo otros en España, China, los Estados Unidos.

Asia, lo más contaminado

Sherri Mason, profesora de la Universidad del Estado de Nueva York en Fredonia, que se asoció con investigadores de la Universidad de Minnesota en un estudio independiente sobre la sal, afirmó que:

“El hecho de que encontraran concentraciones superiores en Asia resulta interesante. Aunque no es sorprendente”.

“Estudios previos han descubierto restos de microplásticos en productos salinos vendidos en dichos países, pero no sabíamos cuánto. Esto nos demuestra que los microplásticos son ubicuos”.

No es una cuestión del tipo si compras sal de marina en Inglaterra, estás a salvo”.

El nuevo estudio fue financiado por el Personal Care Products Council, una organización comercial industrial, y se publicó en la revista Environmental Toxicology and Chemistry.

En el texto, se estima que el adulto medio consume aproximadamente 2.000 microplásticos al año a través de la sal.

Lo que eso significa para nosotros sigue siendo un misterio.

El estudio realizado por la Universidad de York, Gran Bretaña, que tenía el objetivo de evaluar el peligro de los microplásticos para el medio ambiente y se publicó el miércoles, concluyó que no se sabe suficiente como para determinar si los microplásticos son perjudiciales.

La revisión de 320 estudios existentes descubrió «grandes vacíos de información» en la comprensión científica del efecto de los microplásticos.

Se  examinaron diferentes tipos de microplásticos, entre ellos microesferas, fragmentos y fibras, lo que ha provocado un «desajuste» de datos que establece comparaciones similares a comparar «manzanas con peras».

Alistair Boxall, profesor de geografía de la Universidad de York y coautor del estudio afirma:

“Basándonos en nuestro análisis, actualmente las pruebas que sugieren que los microplásticos provocan efectos adversos importantes son limitadas”, afirma.

“Se necesitan urgentemente más calidad y más estudios de supervisión global junto a estudios de efectos medioambientalmente más realistas sobre el tamaño de las partículas y los tipos de materiales presentes en el medio ambiente”.

Boxall añadió que la gran atención que reciben los microplásticos podría desviar la atención de problemas de contaminación medioambientales peores (y más fáciles de identificar), como las pequeñas partículas que liberan los neumáticos.

Aunque cabe agregar que un 69% de alimentos marinos está contaminado de microplásticos, nuevos estudios concluyen que peces e invertebrados consumen los microplásticos del océano

¿Cómo se crean los microplásticos?

Los microplásticos se crean cuando la luz solar y la acción de las olas descomponen los desechos plásticos de mayor tamaño, convirtiéndolos en trozos del tamaño de un grano de arroz que pueden medir cinco milímetros o menos.

Han convertido los océanos del mundo en lo que los científicos denominan una «sopa de plástico».

Pero su impacto sobre el ecosistema marino todavía no se entiende del todo.

Un estudio de 2015 que intentaba medir la cantidad de microplásticos en los océanos del mundo confirmó dicha descripción de “sopa” cuando estimó que el número de partículas en 2014 iba de 15 a 51 billones de pedazos, con un peso de entre 93.000 y 236.000 toneladas métricas.

Sin embargo, todavía quedan dudas por resolver.

Entre ellas: ¿cuánto tiempo tarda en degradarse el plástico en el océano y qué ocurre con sus toxinas cuando se descompone?

Unas 700 especies comen plástico, un hecho cuyo impacto todavía se está investigando. El número de investigaciones al respecto es cada vez mayor.

Anchoas con plástico

Cuando Matthew Savoca, investigador de posdoctorado del Centro de ciencias pesqueras del suroeste de la NOAA en Monterrey, California, empezó su estudio sobre las anchoas, ya se habían documentado 50 especies de pez que comían microplásticos.

Cuando concluyó su investigación dos años después, el número se había multiplicado por dos: 100 especies de peces.

“El interés científico en este problema se ha disparado enormemente en los últimos años”, afirma Savoca.

“A ojos del público, existe la idea de que todos los plásticos son pedazos grandes que podemos identificar, como cepillos de dientes, encendedores, bolsas de plástico”.

“Pero la gran mayoría de plásticos en los océanos son estos pequeños fragmentos”.

“Más del 90 por ciento tiene menos de 10 milímetros de largo”.

“Es un material realmente diminuto”.

Como se mueven en el ecosistema los microplásticos

El segundo estudio publicado esta semana buscaba la respuesta a otro de los misterios sobre los microplásticos:

¿cómo consiguen moverse por el ecosistema marino hasta partes incluso más remotas del mar, como el océano profundo y el hielo marino del Ártico?.

A medida que los pedazos de plástico más grandes se descomponen en el océano, también recogen algas y adoptan un olor similar al de los alimentos que consumen los animales marinos.

Un estudio que publicó en 2016 y que demostraba que las aves marinas también confunden el plástico con comida debido a su olor.

Finalmente, se estima que unas de las 700 especies de animales y peces que han consumido plástico del océano.