El indulto a Alberto Fujimori que le dio el presidente Pablo Kuczynski, fue a cambio de permanecer en el cargo. Pero los peruanos están indignados y salieron a la calle.
Regeneración, 26 de diciembre de 2017. Una barrera policial que separaba a una manifestación de jóvenes indignados por el indulto al exgobernante Alberto Fujimori, de un grupo de seguidores de este, simbolizaba esta noche la polarización causada por la medida.
La escena se registró muy cerca de la clínica privada en la que permanece el exgobernante, ingresado el sábado último por una arritmia, mientras varios grupos de jóvenes descontentos con el perdón asediaban el centro médico desde distintos puntos.
Esa fue solo parte de una nueva jornada de manifestaciones, luego que la primera, en la que los jóvenes recibieron la Nochebuena, celebración hogareña, protestando cerca de la casa del presidente, Pedro Pablo Kuczynski.
Un número mayor al de miles movilizados anoche, se concentró por la tarde de hoy en la céntrica plaza San Martín, donde la policía impidió otra vez a los manifestantes, a golpes y con gases lacrimógenos, marchar al palacio de gobierno, ubicado a siete cuadras de allí.
Los jóvenes, bajo el lema de ‘Fujimori nunca más’, llevaban carteles y lanzaban arengas también de repudio a Kuzcynski, al que califican de traidor a su promesa electoral de no indultar al exgobernante y al apoyo tácito recibido de fuerzas progresistas ante el intento fujimorista de destituirlo la semana pasada.
Grupos de jóvenes se desprendieron de esa concentración y marcharon al Palacio de Justicia, donde también fueron dispersados por la policía, y otros se lanzaron al asedio de la clínica Centenario, que aloja al exgobernante (1990-2000) que llevaba cumplidos 12 de los 25 años a los que fue condenado por crímenes de lesa humanidad y corrupción.
También hubo protestas en el interior, en ciudades como Trujillo, Chiclayo, Chimbote y Ayacucho, entre otras, que se sumaron a las efectuadas anoche tras anunciarse el indulto.
El analista conservador Oscar Díaz coincidió con otros análisis en la certeza de que Kuczynski liberó al preso tras una negociación en la que recibió a cambio la negativa de una fracción fujmorista a apoyar su destitución por sospechas corrupción en antiguos negocios con la empresa brasileña Odebrecht.
Díaz señaló que las calle continuarán expresando su indignación por el indulto en los próximos días, sin que sea posible prever los alcances y consecuencias de esas protestas.
Los pronósticos que auguraban el aislamiento y consiguiente inestabilidad de Kuczynski a consecuencia del indulto parecían cumplirse hoy, al renunciar a la bancada del partido gobernante el parlamentario Gino Costa, por discrepar con el perdón.
Ayer mismo abandonaron la agrupación gobernante Peruanos por el Kambio (PPK), por oponerse al indulto, los congresistas Alberto de Belaúnde y Vicente Zeballos.
Además, el director de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia, Roger Rodríguez, renunció por motivos similares.
(Prensa Latina)