Mujer prestó su casa para labores de emergencia, la saquearon y ahora todos se desentienden

Es el primer caso de robo que se registra en las propiedades ubicadas en la zona de emergencia por el terremoto.

 

Regeneración, 28 de septiembre de 2017.- Luego de prestar su casa para labores de rescate, Ana Contreras, una mujer que vive en la calle de Puebla en la colonia Roma a un costado de uno de los edificios colapsados, fue robada.

La mujer de 60 años prestó el patio de su casa para apoyar en las labores, y no la dejaron regresar hasta el pasado lunes, y fue cuando se percató que su casa había sido saqueada.

“Había en el suelo cajones de la cocina, de las recámaras; esculcaron las cosas a mis hijos y mis cosas y se llevaron todo lo de valor: ropa, dinero, tenía dos cochinitos llenos, uno de billetes y otro de monedas, ambos los rompieron y vaciaron… estoy desconcertada”, indicó.

Según la mujer se había mantenido en la zona, pero no logró darse cuenta del saqueo porque no pudo ingresar a su casa por las labores de remoción de escombro del laboratorio que se cayó en el número 282 de la calle Puebla; además confió todo el tiempo en que había mandos en el lugar.

“Yo sé que hay mandos en este lugar, por eso nunca desconfié, se supone que no dejan entrar a nadie que no esté autorizado, y ahora resulta que no hay quien responda por los hechos”, dijo.

Este es el primer caso de robo a casa habitación que se registra en la zona de desastre; Edmundo Garrido, titular de la Procuraduría capitalina, indicó que de acuerdo con los registros, ya hay una persona detenida por estos hechos. Al parecer se trata de alguien que se hacía pasar por rescatista.

“Se  trata de acciones que desde el punto de vista moral no tienen nombre, la gente que lo cometió no tiene vergüenza, cometer este tipo de actos en medio de la tragedia que vivimos”, sentenció.

La casa de Contreras no sufrió daños, aunque está a un costado de la zona de derrumbe; ella ya presentó una denuncia y se inició una carpeta de investigación por el delito de robo a casa habitación sin violencia.

Vía el Financiero.