En otros países los requisitos de seguridad que son mucho mayores, además que la autorización se otorgó después de torcer las reglas y violar el ordenamiento territorial vigente.
Regeneración, 26 septiembre 2016.- En Ensenada, Baja California, un grupo de ambientalistas advirtió que la zona industrial donde se ubica la planta de gas Energía Costa Azul (ECA), de la empresa IEnova, filial de la estadunidense Sempra, se ha vuelto muy riesgosa para la población de los alrededores, y los habitantes desconocen los riesgos de vivir cerca de una compañía de este tipo.
José Carmelo Zavala, del Consejo Consultivo para el Desarrollo Sustentable del Noroeste, insistió en que la comunidad debe conocer los riesgos, dijo que ECA almacena 320 mil metros cúbicos de gas natural, distribuye mil millones de pies cúbicos de gas diarios y tiene potencial para repartir 2 mil 500 millones. Además, está junto a una planta de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y a un kilómetro de un desarrollo turístico.
IEnova pretendió convertir esta planta en uno de los puntos de exportación de gas más importantes del Pacífico, importar gas licuado por mar y luego llevarlo por un gasoducto a Estados Unidos. El esquema no funcionó, porque a medio camino se multiplicó la oferta de gas natural en Estados Unidos gracias a la explotación de gas de lutitas por medio de fractura hidráulica.
Ahora planea invertir el proceso: recibirá gas del vecino país, lo licuará en las instalaciones de ECA y lo exportará por barco u otros medios.
El peligro de vivir junto a una planta de gas se incrementará cuando opere a toda su capacidad, se espera, surte día y noche barcos y camiones para exportar gas, el riesgo se multiplicará.
ECA está junto a una planta de la CFE y una estación de almacenamiento de las licuado de petróleo (LP) de la compañía Z Gas, lo que supone un peligro adicional para la zona porque equivale, según Carmelo Zavala, a poner una fábrica de chispas junto al tanque de gas.
Explicó que en otros países los requisitos de seguridad que debe cumplir una planta de gas son mucho mayores. En California, el oscuro historial de Sempra y otras gaseras casi impidió su instalación. En México las autoridades y la ley son mucho más laxas. En Estados Unidos, los dueños de ECA tendrían que haber adquirido terrenos en más de 2.5 kilómetros a la redonda para proteger a la población.
La Secretaría de Energía y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en Baja California permitieron la ubicación de la planta junto a la de CFE y prácticamente en la frontera con los lotes de un desarrollo inmobiliario y puso un importante núcleo de población en riesgo y ha causado pérdidas para los empresarios turísticos, que durante años han rechazado la planta.
La autorización se otorgó después de torcer las reglas y violar el ordenamiento territorial vigente. Está ubicada en el corredor costero Tijuana-Rosarito-Ensenada, donde el uso de suelo sólo permite actividades de protección del ambiente y turismo menor.
Carmelo Zavala resume, que en la zona los riesgos se multiplican cada vez que llega una nueva industria, y Sempra ha tenido problemas para cumplir las normas sobre zonas de amortiguamiento.
Con información de La Jornada