#Opinión: Adiós al Doctor Roberto Rodríguez, antropólogo cubano que participó en el hallazgo de los restos de ‘El Ché’

El antropólogo Roberto Rodríguez, quien aportó por años su talento y conocimiento al INAH, murió este 3 de febrero en La Habana, Cuba. Desde aquí mi homenaje para el maestro y mi sentido pésame a su familia.

El antropólogo Roberto Rodríguez, quien aportó por años su conocimiento al INAH, murió este 3 de febrero en La Habana, Cuba.

Por Alexandro Guerrero

RegeneraciónMx, 04 de febrero de 2022.- Amigo y maestro, padre simbólico. Portador de todos esos valores de la revolución cubana que el imperialismo sigue, sin conseguirlo, intentando aniquilar. Falleció justo en la fecha de conmemoración por los sesenta años de ser impuesto el criminal bloqueo contra la mayor de las Antillas.

El vano intento de esconder la luz, documental que puede verse en YouTube, pese a su escasa difusión por otros medios durante muchos años, es uno de los testimonios que de viva voz, deja como legado con su testimonio el Doctor Rodríguez, ‘Robertico’.

Nacido en 1953. Doctor en Antropología Física e investigador del Museo Antropológico Montané de la Facultad de Biología de la Universidad de la Habana. Cuba. En México realizó estudios de posgrado en la UNAM, fue académico en la ENAH y colaborador entusiasta e incondicional del INAH, en proyectos relacionados con el poblamiento temprano de nuestro país.

En el documental El vano intento de esconder la luz, dirigido por la periodista Daily Pérez Guillén de Cubavisión Internacional y realizado en 2004, se comprende  el arduo y riguroso trabajo multidisciplinario que condujo a la recuperación de los restos del Ernesto ‘Che’ Guevara y los revolucionarios que fueron asesinados junto con él en Bolivia.

El antropólogo Roberto Rodríguez, quien aportó por años su conocimiento al INAH, murió este 3 de febrero en La Habana, Cuba.

Nominado en la sección ‘Hecho en Cuba’ del XXI Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano y obra finalista en el Primer Festival Nacional de la Televisión Cubana, este documental es, sin duda, también un testimonial sobre la memoria en varios sentidos: como parte del método investigativo (su recuperación y reconstrucción), como propósito (su preservación) y en el marco de finalidades políticas.

El hallazgo es y fue símbolo revolucionario, motivo de encuentros no siempre amables que trascendieron por momentos la delicada diplomacia entre países latinoamericanos y hoy por hoy indudablemente cercanos: Cuba y Argentina, Bolivia, e incluso, llevados la madre de ‘Tania’ Tamara Bunke, por parte  de Alemania.

La “misión”, como la nombran los cubanos, concluyó en el año de 1997, pero durante varios años antes mantuvo a este equipo en una delicada labor que se mantenía sobre el rigor científico y la necesidad de evitar conflictos diplomáticos casi inevitables.

La gran aportación que deja la expedición cubana en Valle Grande. Bolivia aportó a futuras indagaciones focalizadas en contextos de desaparición forzada, donde la memoria es respuesta legítima y necesaria en tanto resistencia. Respuesta a la represión y la imposición sistemática de la implantación del terror, el silencio y el sesgo histórico del paradigma hegemónico estadounidense, sus gobiernos y medios aliados.

El trabajo científico del Doctor Roberto Rodríguez contribuyó a estos procesos sociales fundamentales para la visibilización y el no olvido en Latinoamérica; la memoria como fundamento no sólo histórico, sino también ideológico, político e incluso humano.

Para quienes lo extrañaremos tras el desconcierto por la noticia de su fallecimiento acaecido en La Habana, Cuba, el día de ayer, 3 de febrero de 2022, agradeceremos siempre su paso por México, donde dejó más que amigos, familia. Hogares que siempre esperaran su regreso tras pasar del aeropuerto ‘Benito Juárez’ a degustar una “torta de maquevedo” ya en el sur de la Ciudad de México, donde vivió y solía hospedarse. Su bonhomía y sentido de los demás, crítico siempre en el mejor sentido (hasta de la consecuencia en la salud con bases científicas de dejar el café recalentarse horas en una cafetera o el cómo un trago de mezcal va “directo al cerebro”). Ese espléndido hijo de la revolución cubana que llevaremos siempre en el corazón como en las convicciones, nos hace desde ayer una inmensa falta.

El antropólogo Roberto Rodríguez, quien aportó por años su conocimiento al INAH, murió este 3 de febrero en La Habana, Cuba.
De izq. a derecha: Tania Campos Thomas, Roberto Rodríguez, y Victoria Montemayor en la casa del General Francisco González en 2011. ‘El Vedado’, La Habana, Cuba.

Gracias ‘Robertico’ querido, aquí vamos a seguir cultivando una rosa blanca en junio como en enero. Porque en febrero, lo cierto como también escribió José Martí, es que: “La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida.”

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