Señalan a diputadas priistas como misóginas y homofóbicas por ‘¡ehhh… puto!’

Estas diputadas deberían ser expulsadas de sus comisiones, no merecen tener el beneficio de trabajar en temas de derechos humanos o equidad de género, señalan.

 

Regeneración, 13 de noviembre de 2017.- Dos de las diputadas que el pasado viernes 10 de noviembre agredieron al diputado Mario Ariel, de Morena, gritándole “eh, puto” y “quiere llorar”, integran dos comisiones que por su comportamiento no parecen tener cualidades.

Se trata de Arlet Mólgora Glover y Sara Latife Ruiz Cháves, quienes usan los curules F-175 y E-140, respectivamente.

Las diputadas se burlaron cuando su colega Ariel Juárez, reclamó al ex gobernador priista, Eruviel Ávila, por el desvío de 3 mil 500 millones de pesos de la tesorería del Estado de México.

“Al parecer, para estas dos señoras es puto y llorón quien denuncia los actos corruptos del adversario”, escribió Ricardo Raphael.

“Sorprendente que ambas festejen un lenguaje homófobo y discriminatorio cuando tienen responsabilidades dentro de la Cámara baja que les obligarían, al menos, a guardar las formas”.

Según el columnista, Latife participa de la Comisión de Derechos Humanos de la la Cámara de Diputados y Arlet Mólgora trabaja en los órganos parlamentarios responsables de la alerta de género y del Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad.

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Especialmente estas dos mujeres, pero entre las “gritonas”, también estaban Rocía Díaz Montoya, priista del Estado de México; Gloria Félix Niebla, del PRI de Sinaloa; Cristina Sánchez, también del tricolor del Edomex; Jasmine Bugarín Rodríguez, priista nayarita que tiene un diplomado en Violencia de Género; y la poblana priista Xitlalic Ceja, quien perteneció a la Organización Internacional de Mujeres Inner Wheel.

“Tengo para mí que este episodio no debería quedar impune”, escribió Raphael. “(Las) diputadas habrían de ser expulsadas de las comisiones que desempeñan. No merece el país que cuenten con beneficios por trabajar en temas relativos a los derechos humanos, la equidad de género o el avance de las mujeres”.

“Resultaría también imperativo que su partido se deslinde explícitamente de las actitudes exhibidas y las margine de sus filas”.

En tanto, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) exhortó al Congreso evitar reproducir prejuicios y estereotipos negativos, al considerar que el «¡eehh puto!» es una expresión de desprecio que homologa la condición homosexual con la cobardía.

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«El sentido con el que se da este grito colectivo en los estadios no es inocuo; refleja la homofobia, el machismo y la misoginia que privan aún en nuestra sociedad. Por eso resulta doblemente gravoso que este grito homofóbico se traslade del estadio al Congreso de la Unión, espacio público por excelencia de un sistema democrático que, por tanto, está llamado a guardar la máxima aspiración incluyente», dijo la Conapred.

Vía Nación 321 y El Universal