Las 52 muertes del ataque al Casino Royale de Monterrey, ha causado dolor y ha conmocionado al país.
Como movimiento ciudadano, el Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) se solidariza con los familiares de las víctimas y comparte su indignación y su tristeza.
Cada vida segada en esta “guerra estúpida” que Calderón declaró irresponsablemente, lastima a todos y es una afrenta para la nación. Es evidente el fracaso de la política de seguridad y militarización: no se detiene la violencia, al contrario, se ha extendido a casi todo el país. Se desdeñan sus causas sociales (pobreza, marginación, injusticia, abandono a los jóvenes) y se mantiene un modelo económico que concentra la riqueza en unos cuantos y empobrece cada vez más al resto.
Calderón y Televisa intentaron aprovechar la tragedia con una campaña mediática para legalizar la violación a derechos humanos y el estado de excepción. Pero el crimen derivó en escándalos que involucran a priistas y a panistas: jueces que amparan casinos, sobornos al hermano del alcalde panista, el lavado de dinero y su uso para campañas electorales del PAN y el PRI, los permisos para casinos los dio Fox, con apoyo de Calderón, para entregarlos a Televisa y otras empresas.
Como parte de esa andanada, se publicó una inserción en la prensa nacional con el lema “Ya basta de violencia”, firmado por organismos empresariales, ciudadanos y organizaciones no gubernamentales, algunas cercanas a Televisa. En su reclamo hay mucho de cinismo y de doble moral. Muchos de los que hoy se quejan de la violencia, son beneficiarios de la corrupción y de la impunidad que protege a la delincuencia; otros han avalado fraudes y abusos de poder.
Por ejemplo, entre los firmantes figura el Consejo Coordinador Empresarial, la Confederación Patronal de la República Mexicana y Sociedad en Movimiento, organizaciones que en 2006 financiaron la campaña de odio y de mentiras contra la izquierda y su candidato, Andrés Manuel López Obrador, para impedir el cambio en México. Esa campaña tuvo como plataforma a Televisa y que fue la instancia propagandística que legitimó el fraude electoral.
La solución real a la violencia es cambiar el régimen político corrupto y el modelo económico injusto y depredador. Con organización y participación activa de los ciudadanos se podrá regenerar el país, la economía nacional, crear fuentes de empleo, garantizar a los jóvenes el acceso a la educación y dar mínimos de bienestar a la población. Es una lucha por un país nuevo, democrático y justo.
Son responsables de la tragedia nacional quienes secuestraron las instituciones políticas para continuar con el régimen de corrupción y con el saqueo que ha dejado al país en ruinas
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