En un comunicado emitido por el Centro Diocesano para los derechos humanos Fray Juan de Larios, el obispo manifestó que "las tragedias de los mineros en Coahuila no ocurren de manera aislada". Recordó que desde el siniestro ocurrido en la mina Pasta de Conchos a la fecha, han perdido la vida 47 mineros a consecuencia de la falta de seguridad y condiciones de empleo en minas y pocitos de la región carbonífera.
El obispo lanzó un llamado enérgico a las autoridades tanto federales como estatales, para exigir un cambio radical en las condiciones laborales en que se desempeñan los mineros de la región cabornífera de Coahuila, e instó a las autoridades a cumplir con su responsabilidad de la creación de empleos dignos y seguros.
Precisó por medio de un comunicado que:
"Para los empresarios mineros, los pozos de carbón son el medio más barato para extraer el mineral, no sólo porque exige poca inversión, sino porque saben que la población necesita de un “empleo” que resulta ser esclavizante e inseguro, el cual genera frecuentemente daños irreparables como el caso del menor que resultó mutilado el día de ayer, o lo más terrible, la pérdida de la vida. No se puede decir que se permite a los empresarios poceros abrir las denominadas "minas" porque generan fuentes de empleo, cuando lo que buscan es la explotación de los mineros del carbón y ganancias a costa de sus vidas".
"Por otra parte, resulta indignante la pasividad y tolerancia de las autoridades que siguen permitiendo la existencia de los pocitos en la región carbonífera de Coahuila, pues es bien conocido su modo inhumano y peligroso de operar".
"¿Cuántos mineros muertos más se necesitan para que las autoridades hagan lo que tienen que hacer?"
"¿Cuántas familias más sin un integrante en la región carbonífera?"
"Pareciera que se quiere convertir a Coahuila en una fosa clandestina en donde sólo importa el rescate de cadáveres, sin realizar acciones preventivas que proporcionen seguridad a los mineros."
"Resulta inaceptable que en el momento en el que hay una explosión en una mina, las autoridades acudan a ponerse al servicio de las familias porque políticamente les conviene, mientras que en el desempeño de sus cargos no escuchan el clamor de cientos de familias que no cuentan con oportunidades de un empleo seguro con salario digno para vivir honrosamente".
72 focos rojos en Coahuila.
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