La exfuncionaria de la ASF dijo que construyó y puso en funcionamiento la dirección de Auditoría Forense, misma que dio a conocer los presuntos desvíos de dependencias federales.
Regeneración, 5 de junio de 2018.- Muna Dora Buchahin, la ex directora de Auditoría Forense de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), consideró que su despido fue debido a que su trabajo les generó incomodidad por los desvíos millonarios que reveló.
Buchahin rechazó que haya incurrido en un conflicto de interés y en desvío de recursos, como dijo la ASF al justificar su cese.
“Soy incómoda. Yo pienso que les soy incómoda y, entonces, como hay decisiones que pueden tener en su mano, las ejecutan”, destacó Dora Buchahin.
El pasado viernes 1 de junio, Buchahin dio a conocer a través de una carta que el auditor especial de Cumplimiento Financiero, Gerardo Lozano Dubernard, le solicitó su renuncia de manera sorpresiva y sin darle alguna explicación, detalla en una publicación la Agencia Reforma.
El propio Lozano Dubernard, también en una carta, argumentó que solicitó dicha renuncia tras recibir acusaciones de que había desviado fondos a favor de la Asociación de Examinadores de Fraude Certificados (ACFE, por sus siglas en inglés), de la cual Buchahin es vicepresidenta y a la que personal de la ASF le llevaba la contabilidad.
Respecto a esta versión, Buchahin aseguró que la ley no prohíbe realizar actividades pro bono en una organización académica, como lo es la ACFE, que es el capítulo en México de la Association of Certified Fraud Examiners, con sede en Austin, Texas.
“No hay ningún conflicto de interés. La academia no está peleada con lo que hago, estamos dentro de un consejo, no es un negocio ni una empresa. Es una escuela, tú llegas, te inscribes y hay una representación, punto, y la ley no nos prohíbe tener esas actividades”, detalló.
Señaló que durante los 13 años que laboró en la ASF construyó y puso en funcionamiento la dirección de Auditoría Forense, un área que realiza las revisiones cuando hay indicios de que se cometieron irregularidades graves.
Esa misma dirección fue la que detectó que varias dependencias, entre ellas Sedesol y Sedatu, implementaron un mecanismo de simulación para evadir los procesos de licitación y triangular dinero a empresas fantasma, por un monto que hasta ahora suma siete mil 700 millones de pesos.
Destacó que este mecanismo se repitió año con año en distintas dependencias a pesar de las observaciones que formuló la ASF.
“Llama la atención, con todas estas pruebas recabadas, que no se haya procedido con las investigaciones a nivel federal. Claro que me gustaría mucho saber por qué no hay sanciones para ningún funcionario hasta ahora”, enfatizó.