Entrar siquiera al club Berghain, en Berlín, es una hazaña. TOCAR ahí, como la mexicana Demian Licht, significa compartir escenario con leyendas vivientes
Por Dante G. Berlanga.
Regeneración 10 de diciembre de 2016.- Tenemos que hablar de Demian Licht. ¿Por qué? Demian Licht, mexicana, con su equipo de «mujeres criminales», pone en aprietos a algunas subculturas, y es parte de una revolución en la música electrónica.
Quiero dejar claro que lo dicho aquí sobre la subcultura ‘oscura’ está basado en mis experiencias como espectador de dicha comunidad. Es mi opinión, quizá esté equivocado en algunos puntos. Dialoguemos.
Antes de continuar, deberíamos acompañar la lectura con un set de Demian:
Es necesario, pues, que yo mismo explique rápidamente cómo la música oscura ha batallado durante los últimos años para mantenerse vigente y cómo no nos hemos dado cuenta. Creo yo que esta catástrofe nos hará bien siempre y cuando se eche a andar una evolución o renovación.
Mi experiencia con la subcultura ‘goth’ se reduce a las bandas que tocan en festivales como Wave-Gotik-Treffen, M’era Luna Festival y el Amphi Festival. Puedo referir un par de esas bandas: VNV Nation, Covenant, Haujobb, Melotron, And One, SITD, De/Vision, Project Pitchfork, etc. Casi todas electrónicas. Todas estas bandas están teniendo problemas para mantenerse vigentes, y peor: para inspirar a otras bandas. Están en crisis.
¿En qué consiste esta crisis?
Un ejemplo inmediato: Gesaffelstein, francés, cuyos amigos que tocan ‘trap’ y electrónica con vocales de hip-hop, demostró que puede hacer mejor ‘EBM de vieja escuela’ que cualquiera en la escena ‘oscura’ actualmente.
Se trata de un fenómeno relativamente nuevo que podría cambiar el rumbo de la contracultura goth. Las cosas están cambiando. Toda la contracultura ‘oscura’ se está ‘mudando’ a otros lugares porque los más morros están volteando hacia donde hay cosas vivas, o simplemente cosas que les gustan más, cosas que hablan de ellos, cosas con las que se identifican.
Parece que la mejor música ya no la hacen los que están sumergidos en la ‘escena oscura’ de Europa, que también tiene ‘sucursales’ en Latinoamérica, especialmente en México (el Dada X, el Real Under, el UTA, entre otros).
Actualmente tenemos proyectos como Gesaffelstein, Crystal Castles, Salem (desde hace mucho), CHVRCHES, In Death it Ends, Diorama, y muchos otros que ponen a prueba la ‘escena’ gótica sin ser parte de ella.
Demian Licht, aunque no haya sido su intención, forma parte de este fenómeno también y deberíamos poner atención.
Una nueva época en la música electrónica
Algo que sí está haciendo Demian Licht intencionalmente es participar en una revolución en una industria donde los hombres tienen el protagonismo; la música electrónica. «Pronto esto va a cambiar», nos promete.
Como la misma Demian Licht dice: «Latin America is Future», «América Latina es el futuro».
El más reciente lanzamiento de Demian Licht es «Female Criminals Vol. 1 Remixed», estará disponible a partir del martes 13 de diciembre. Se trata de un EP en el que Dj’s y productoras darán nueva luz a las pistas de Demian. Es un EP hecho sólo por mujeres de América Latina.
Este EP será lanzado bajo su propio sello, Motus Records justo aquí: Female Criminals Vol. 1 Remixed (disponible hasta el día 13 de diciembre, pero pueden escuchar música que fue lanzada previamente).
Demian Licht es un fenómeno peculiar en este país; es una productora y DJ mexicana que crea música con elementos de aquél germen alemán llamado Krautrock de los 60’s; un género que involucraba sintetizadores, experimentación, minimalismo y avant-garde, y lo llevó a su propio contexto.
Algo que distingue a Demian es que, por el momento, es la única mujer en Latinoamérica que tiene una certificación de Ableton. Y por si esto fuera poco, ella ha tocado en el Boiler Room, ha aparecido en medios como i-D (lo que estamos escuchando ahora, si es que dieron play a su set al principio), y ha tocado con personalidades legendarias de la música.
Es esencial mencionar que Demian Licht tocó en el club Berghain, en Berlín, Alemania. Entrar sólo a fiestear ahí significa una hazaña. TOCAR ahí significa compartir escenario con leyendas vivientes como Daniel Miller, fundador de Mute Records, lo cual es justamente lo que ocurrió el día en que tocó Demian.
¿Cómo suena Demian?
Cuatro pistas del EP ‘Female Criminals Vol.I’ resumen el trabajo que Demian mostrará al mundo. Pueden escucharlas aquí.
«Indomitus» es el primer track del EP ‘Female Criminals’. Reproduce el aliento de una mujer intangible y fantasmal, su voz es constante, siempre ahí y su aliento da vida a sonidos que parecen metales. Indomitus es el nombre de la pista, no hay que olvidarlo: Indomable.
«Furia». Este track, pienso yo, busca romper con el 4X4 que domina la música electrónica. Mientras se desarrolla la pista, una melodía de cuatro notas nos amarra a nuestro lugar. No es posible encontrar un momento de calma en esta pista.
«Domina». Quizá esta pista sea la más contundente de todo el EP. El track, usando diferentes tipos de bajos sintéticos, va creando una tensión en el oído desde el inicio. Los bajos sintéticos experimentan variaciones que dan matices sutiles la secuencia principal en primer plano. Recuerda un poco a lo que ocurre en ‘Echoplex’, de NIN.
Domina: una autoridad femenina, una mujer soberana. Quizá la que nos lleva a la guerra. El director de cine Ricardo Soto incluso filmó un videoclip para esta pista:
Demian Licht – Domina from Demian Licht on Vimeo.
Y finalmente «Sin». Una de las primeras pistas de Demian que escuché. Esta, justamente, se adhirió a mi memoria de inmediato. Es una especie de mantra, una especie de oración que acapara la atención de quien la escucha. Demian nos explicó una vez que este track surgió después de varias experimentaciones con su propia voz.
Pero tenemos que hablar de Demian. En serio.
Creo que ella es peligrosa, creo que mis amigos no dejan de cantar ‘Sin’, creo que es capaz de obsesionar la mente y no dejar espacio para otra cosa.
¿Quién es Demian?
Conocí a Demian en una reunión con varios amigos en la Ciudad de México, en un espacioso cuarto blanco lleno de luces negras de neón.
No. La conocí mucho antes. Amigos que teníamos en común pusieron su música durante un viaje a la ciudad de Querétaro y tarareaban la línea de voz de ‘Sin’, y rápidamente el ritmo se me quedó grabado.
Pusieron varios tracks pero no me dieron nombres. No puedo referirme a esas pistas por el nombre, pero sí por el sonido. Uno de esos tracks llamó mi atención por los ‘snares’ (o tarolas) que utilizaba. Me recordaron a los que se utilizan en ‘Another Day in Paradise’, de Phil Collins. Parecía que toda la pista estaba construida alrededor de esos golpes cada dos tiempos. Alrededor de ellos se desarrollaba una melodía misteriosa, disonante y tensa.
Pensé yo, mientras escuchaba, «¡vaya! Ella podría codearse con gente como Gesaffelstein» (¡y no estaba equivocado! Ella ha tocado con personajes legendarios, como dije antes).
Mis amigos me hablaban de ella, me ponían su música y yo aún ni siquiera me formaba la imagen de un ser humano en la cabeza. Me mostraron tracks, videos, me contaron anécdotas y toda clase de peculiaridades. Y yo ya conocía a Demian sin conocerla.
Tuve que detener a mis amigos en cierto momento y decirles «escuchen, si siguen hablándome de ella voy a convertirme en un ‘fan’, y si me la encuentro en una reunión no será una conversación entre dos personas, sino sólo un elogio de un ‘fan’ a su ‘ídolo'».
Pero ellos no se detuvieron. Anduvimos así por la carretera varias horas.
El día de la reunión llegó finalmente y nos reunimos en aquel cuarto blanco, iluminado con luz negra de neón y un enorme sillón negro en medio. Como buenos amigos todos, como debe ser siempre. Música, bebida, humor, desorden. Hubo toda clase de Caos: todos lo conocemos y lo hemos disfrutado, es el espíritu dionisíaco.
Antes de decir nada, mis amigos me delataron frente a Demian. Dijeron que yo era un gran fan. Nada que no fuera verdad. Describieron cómo seguía la métrica de ‘Sin’ y eso que nunca la había escuchado. Dijeron que la había comparado con grandes productores. Soltaron toda la sopa y sólo me quedó decir: «es verdad».
Así transcurrió la noche, con la música que ponía quien se apoderara del iPad que transmitía la música de forma inalámbrica. Demian, como DJ y curadora, fue quien más se encargó de la selección.
Sonó una canción y ella me retó: «¿Qué banda es? ¿Qué es esto?». Propuse un juego del ahorcado y dije varias bandas conocidas de lo industrial y lo gótico: Dead Can Dance, Skinny Puppy, Einstürzende Neubauten, Throbbing Gristle, etc…
Perdí mis 10 oportunidades y quedé colgado, ahorcado, muerto. Le pregunté qué banda era entonces y me respondió «NIN» mientras me miraba con un gesto de reproche.
¡Y hubiera merecido que me colgaran! No pude reconocer una de las canciones de las bandas que más he escuchado en mi vida. Era ‘All Time Low’, del último álbum de NIN; ‘Hesitation Marks’.
No puedo olvidar la mirada que Demian me lanzó. Me miró con la severidad de quien reprende a alguien que construye mal una escalera, pinta mal un muro, o zurce mal un pantalón; me miró como alguien que tiene maestría en su oficio.
Me sentí avergonzado un segundo, pero después puse ‘Rights for Gays’, de John Maus y tuvimos un duelo de baile, gran acierto.
Demian es un misterio, concluyo, y por fortuna tenemos su música.