Los millennials son parte del voluntariado que día con día está en los centros de acopio reuniendo víveres para los damnificados, incluso algunos se unieron a labores de rescate.
Regeneración, 22 de septiembre de 2017.- Ante la tragedia del pasado 19 de septiembre, los millennials, calificados por muchos como los que no se interesan por lo que pasa en su país, han dado una gran lección de humanismo y solidaridad.
Sin conocerse, los jóvenes, que ahora son hijos e incluso nietos de muchos que sobrevivieron al sismo del 85, se armaron con todo lo que tenían para apoyar y salvar vidas.
Los millennials son parte del voluntariado que día con día está en los centros de acopio reuniendo víveres para los damnificados, incluso algunos se unieron a labores de rescate.
En redes, los jóvenes han viralizado información sobre lo ocurrido en México. Si se necesitan herramientas o medicamentos, por ejemplo, en algún punto, de inmediato lo tuitean o lo comparten en Facebook.
Paola Jiménez, entrevistada por El Economista, es una de las jóvenes mujeres que se integró a un grupo de voluntarios en la Ciudad de México.
«Me incorporé al ver la necesidad de las personas, la tragedia que estamos viviendo; creo que somos muchos los que estamos bien y está en mis manos poder ayudar”.
Paola, dijo que nunca había vivido una situación tan caótica ni de tal magnitud.
“A veces nos tomamos a juego los simulacros, a veces no nos solidarizamos, no se nos ablanda el corazón y esta vez yo vi tanto pánico, así como mucha solidaridad de los jóvenes”.
La joven está dispuesta a seguir apoyando, dijo confiar en que México se recuperará poco a poco y que, la fuerza de los jóvenes será indispensable para hacerlo.
“Tenemos pila y mucha iniciativa”.
A los millennials les tocó dejar el miedo atrás y volcarse a las avenidas y calles de cada punto devastado por el sismo de 7.1 grados.
Se trasladan en bicicletas o motonetas, algunos en automóvil, otros a pie y su labor es la de trasladar a las zonas de desastre, a los albergues, a los comedores comunitarios, a los centros comerciales, a las farmacias, los insumos básicos en medio de la nueva sacudida que sufrió la capital 32 años después.
Ximena Ávalos, una joven de 20 años estudiantes de la UNAM, dijo en entrevista con El Financiero que “unos tíos y tres primos murieron hace 32 años en su departamento de la colonia Roma. Es lo menos que puedo hacer ahora”.
Como ella, Camilo Ochoterena, de 17 años, apoya en un centro de acopio.
“Mira, me están mandando por unas inyecciones a una farmacia. Es para una señora que tiene fiebre en el albergue que está en el Deportivo Benito Juárez. Y de ahí voy a pasar a un centro de acopio que está en Concepción Beistegui para traer algunos víveres”.
La fuerza y el apoyo de los millennials se hizo presente desde el primer momento. 32 años después, los jóvenes vuelven a hacer historia para rescatar a México de los escombros.
Con información de El Economista y El Financiero