En CDMX marchan opositores a La Parota, junto con familiares de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa
Regeneración, 25 de enero del 2018. La masacre en Cacahuatepec contra indígenas nahuas busca desarticular al Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a La Parota (CECOP) y destruir la organización comunitaria contra el crimen organizado representado por las CRAC-PC.
En entrevista a Regeneración, María de Jesús Pérez Hernández, esposa del dirigente opositor a La Parota Marco Antonio Suástegui relató que el objetivo principal del gobernador Héctor Estudillo es construir la presa La Parota y desarticular a la policía comunitaria.
María de Jesús relató que su esposo Marco Antonio Suástegui ha sido detenido en diversas ocasiones, pero que hoy “esperan lo peor” dada la embestida represiva del gobernador Estudillo.
”En el año 2000 Marco Antonio fue detenido por medio de una emboscada”. El mensaje del gobernador en turno René Juárez Cisneros era claro: “que por lo menos se dejara hacer los estudios” de prospección de La Parota, la respuesta de Suástegui fue contundente: “Prefiero estar preso” y afirmó “el río es nuestra única herencia a nuestros hijos y nietos”, en referencia al río Papagayo en cuyas riberas se pretende construir dicha represa.
En esa primer ocasión por medio de la movilización lograron que se redujera la fianza de 200 mil a 7 mil pesos, mismas que se pudieron pagar y lograr la liberación del dirigente de la CECOP.
Posteriormente el 17 de junio del 2014, Suástegui volvió a ser detenido en Acapulco, donde acudió para visitar a sus familiares, “ahí lo estaban esperando. Desde la noche sus familiares notaron la presencia policiaca, pero ignoraban que se pretendía detener a Marco Antonio”.
Luego de visitar a sus familiares Suasteguí subió a su automóvil para regresar a su comunidad, ahí “ fue interceptado por la policía ministerial”, ya en manos de los uniformados fue torturado “lo aventaron bajo un escritorio, ahí lo pateron, lo golpearon, le escupieron y le gritaban: eso te pasa por meterte con el jefe” en referencia al gobernador Angel Aguirre Rivero, del PRD.
En esa ocasión Suástegui sufrió daños en la columna, le rompieron costillas y le introdujeron objetos debajo de las uñas. Fue esposado de manos y pies, de este modo fue trasladado del penal de la Unión ubicado en los límites de Guerrero y Michoacán, al penal de alta seguridad en Nayarit.
La esposa del dirigente opositor a La Parota relató que Marco Antonio estuvo preso en el penal de alta seguridad durante 9 meses y finalmente fue trasladado nuevamente al penal de la Unión gracias a un amparo de los abogados defensores del Centro de Derechos de la Montaña “Tachinollan”.
Maria de Jesús relató que se hicieron movilizaciones por su liberación, se pidió la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos humanos.
“Y entonces vino lo de Ayotzinapa”, por lo se pidió la renuncia del gobernador llegó al poder Salvador Ortega, quien se comprometió a la liberación de los presos políticos en Guerrero e incluso los visitó en los correspondientes penales. Finalmente, luego de 6 meses Suástegui fue liberado.
El regreso del PRI con el gobernador Héctor Astudillo y el incremento de la violencia
Antes de narrar los hechos ocurridos en Cacahuatepec, María de Jesús señala que hay un grupo minoritario dentro de los bienes comunales que son financiados por el gobierno y que están de acuerdo con la construcción de La Parota. Y es este grupo que de manera continua a calumniado y atacado a los miembros del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a La Parota (COCEP).
Este grupo financiado por el gobierno es muy pequeño. La presa no se ha construido “por que la mayoría de los pueblos y comunidades firmaron actas en contra”.
La provocación del 7 de enero del 2017, las ejecuciones a manos de la policía ministerial, la tortura y encarcelamiento de miembros de la COCEP y de las CRAC
María de Jesús relata que se trató de algo “muy bien planeado” ya que en el poblado de la Concepción, el comisariado ejidal y su familia mandaron provocar a comunitarios: un joven se orinó frente a las oficinas de la policía comunitaria y cuando varios miembros de las CRAC fueron tras de él y en el camino fueron emboscados y asesinados.
“Adelante iban dos comunitarios y otros grupo más atrás. Iban tras el muchacho para reclamarle su actitud. Y entonces fue cuando comenzaron a disparar, asesinado a un comunitario por la espalda y luego a otro en el pecho”. Fue entonces cuando los comunitarios se defendieron y hubo varios muertos.
La esposa de Suástegui aclara que a la mañana siguiente se encontraban reunidos los miembros de la CECOP, en la Concepción para su reunión dominical.
Refiere que los opositores a La Parota son civiles y que han una lucha política y social en contra de La Parota.
Y comenta que la presencia de la policía comunitaria perteneciente a la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRAC-PC) es un acuerdo de todas las comunidades de la región tomadas en acta de asamblea.
“Aquí no hay robos, no hay feminicidios, no hay narco”, precisamente por la presencia de las CRAC-PC.
En su relato Ma. De Jesús señala que cuando se estaba reuniendo la gente de la COCEP, que abarca a decenas de comunidades, y estando presente Suástegui y otros dirigentes de esa organización en la Concepción, fue cuando la policía ministerial hizo su arribo a dicha comunidad.
Al mando de Esteban Maldonado, comandante de la policía ministerial de Guerrero le dijo a Antonio Suástegi que “iban a arreglar las cosas”, y que se trataba de que “cada quien se llevará a sus muertos”, resultado de la confrontación referida anteriormente y que ocurrió horas antes.
“El comandante Maldonado, hizo creer que iba a conciliar” y luego este comandante de la policía ministerial dio la orden de desarmar a la policía comunitaria presente en la Concepción.
“Llévenselos: vivos o muertos” ordenó el comandante a su tropa, quien procedió a masacrar tanto a policías comunitarios presentes como a los representantes de las comunidades miembros de la CECOP.
“La gente les gritaba a los policías: no les disparen, no tienen armas”, pero los ministeriales procedieron a disparar y torturar a los indígenas ahí presentes.
“A Suástegui lo llevaron rumbo a un cerro, lo golpearon hasta dejarlo inconsciente”, los ministeriales “querían que disparara un arma” pero Suástegui se negó y por eso lo torturaron hasta dejarlo inconsciente.
La esposa del dirigente opositor a La Parota relata que su compañero fue llevado a Acapulco para ser trasladado al penal de alta seguridad en Nayarit, pero que como el avión estaba averiado, por eso lo llevaron al penal de Las Cruces, donde le fabricaron cargos de homicidio calificado, “también se llevaron a su hermano Vicente y otros dirigentes y miembros tanto de la CECOP como de las CRAC-PC”.
En la actualidad la policía ministerial sigue en posesión del poblado la Concepción, protegiendo al comisariado ejidal y su familia quienes ahora controlan los accesos a la comunidad.
“La policía ministerial ejecutó a tres personas” y no hay nadie detenido. Tampoco hay nadie detenido de quienes iniciaron la provocación en la Concepción.
“El gobernador Héctor Astudillo ha llegado a contratar sicarios para asesinar a Marco Antonio Suástegui” y por ello teme lo peor, ahora que se encuentra nuevamente preso”
La esposa de Suastegui señala como responsable de cualquier agresión que pueda sufrir su familia, directamente al gobernador Astudillo del PRI.
Así mismo reiteró la demanda de las esposas, hijas y familiares de los asesinados para que se haga justicia, se libere a sus familiares presos y que la policía ministerial abandona el poblado de la Concepción, así como el cese de toda persecución a los miembros de la CECOP y de los integrantes de la policía comunitaria CRAC-PC.