Por Esther Alvarado.
De acuerdo a los datos oficiales del gobierno, sólo el 13 por ciento de los trabajadores urbanos de México ganan 5 salarios mínimos o más. Eso quiere decir que el 87 por ciento de los trabajadores asalariados de México ganamos menos de 5 salarios mínimos.
Eso significa que el 87 por ciento de los trabajadores mexicanos, seguro, somos pobres. Que a ninguno de este 87 por ciento nos alcanza para comprar la canasta básica indispensable, ya que otros estudios indican que para comprar los 40 productos básicos de consumo, se necesitan 11 salarios mínimos.
Entonces, menos del 10 por ciento de la población trabajadora puede proporcionar a sus hijos los alimentos básicos para su desarrollo pleno, físico e intelectual.
La única manera de completar el consumo básico es que trabajen varios miembros de la familia y así, entre todos aporten lo básico para la sobrevivencia.
El PRI y el PAN se han provocado que los mexicanos estén en una situación cada vez más grave de pobreza, deterioro salarial, no hay empleo ni vivienda digna, millones han emigrado hacia las ciudades o a Estados Unidos.
Los últimos 30 años de gobiernos del PRI y PAN han sido para entregar nuestras riquezas en manos de extranjeros con el Tratato de Libre Comercio para América del Norte -TLCAN- para ponerse al servicio de las políticas económicas neoliberales del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, que sólo benefician a las oligarquías, a los grandes monopolios internacionales.
¡Ya basta de saqueo, de abusos! los gobiernos del PRIAN nunca han asumido su obligación de proteger los derechos básicos de los ciudadanos, al contrario, son los enemigos del pueblo de México, son escoria que ha llegado al poder por medio de la usurpación, el fraude, el engaño y la imposición.
El PRIAN promueve el aislamiento de los individuos, su desorganización social, para minar la protesta social, para desviar la atención de lo realmente importante y para ello se sirven de la Televisión y los medios vendidos a su servicio.
Ya es hora de organizarse y echar fuera a esas mafias que se han dedicado a saquear al país en complicidad con grupos de poder de otros países.
¡No a las reformas a la constitución, no a la privatización petrolera!
Fuentes: Álvaro Regil e Indicadores de la UNAM y de la Universidad Obrera Lombardo Toledano de México, Inegi.