El temor electoral a López Obrador

Por Jesusa Cervantes / @jesusaproceso

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30 de agosto del 2015.-Andrés Manuel López Obrador se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para el gobierno, sus operadores políticos y hasta sus aliados.

El 25 de julio Enrique Peña Nieto, arropado por su partido en las instalaciones de Insurgentes norte, alertó sobre el “populismo” que pretende destruir en días lo que ha costado décadas construir. No dijo nombres pero fue claro que el mensaje era para avisparse ante cualquier avance de López Obrador.

Casi un mes después, el 20 de agosto, Manlio Fabio Beltrones Rivera, centró sus ataques en el tabasqueño llamándolo “político amargado”, “obsesionado con el poder” con un “pragmatismo locuaz”.

En la carrera presidencial para el 2018 ya están apuntados López Obrador, Beltrones Rivera desde el momento en que Peña Nieto lo apapachó en el CEN del PRI aquel 25 de julio y lo convirtió en presidente nacional del PRI el 21 de agosto.

Pero en el PRI hay otros aspirantes, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, consternado desde que el Chapo se le fugó y con él sus puntos para la presidencia.

Uno más es por supuesto el impávido de Luis Videgaray, quien desde que se reveló la compra de su casa de Malinalco al contratista favorito del gobierno federal, Juan José Hinojosa, ha entrado en un tobogán como si fuera el peso mexicano deslizándose por la desgracia.

Y el propio Peña Nieto puso a uno más en la carrera priista. A Aurelio Nuño su hombre de confianza y recién nombrado secretario de Educación Pública.

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Cada uno de estos priistas son enemigos políticos entre sí pero cuando de supervivencia se trata no pierden el tiempo y se alían. Ello sucedió esta semana cuando Osorio Chong y Aurelio Nuño se confabularon para prevenirse y aniquilar cualquier escaparate político que pudiera utilizar López Obrador en el 2018.

Así como Peña y Beltrones se ocuparon de López Obrador, la dupla Osorio-Nuño decidieron entrar al quite y frenar el ascenso de AMLO y su partido Morena en la Cámara de Diputados.

Para lograr su cometido, la dupla recurrió al perredista y líder de la vapuleada corriente de los “chuchos”, Jesús Zambrano. Esta semana, Nuño y Osorio fraguaron su estrategia: subir al PRD a la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.

Estar en dicha posición tiene grandes ventajas, entre ella la de recibir miles de pesos mensuales donde un gran porcentaje no debe justificarse. Es dinero fresco.

Si se toma en cuenta que la fracción de 61 diputados del PRD esta partida en tres: un 30 % la tienen los chuchos, otro 30 % la tiene Alternativa Democrática Nacional (ADN) de donde surgió el coordinador de los legisladores, Francisco Martínez Nery y el resto la conforman Foro Nuevo Sol así como Vanguardia Progresista, entonces es claro que los chuchos requerirán de posiciones claves para mantener a sus integrantes dentro del partido.

El temor de la dupla Osorio-Nuño es que algunos desilusionados por la falta de juego político den la espalda al PRD y volteen hacia Morena, partido que con sus 35 diputados podría subir a una tercera fuerza y desplazar al sol azteca. Amén de que el PT podría sumarse a los morenitos en caso de perder su registro como partido político.

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Si Morena se convierte en tercera fuerza dentro de la Cámara de Diputados entonces tendría derecho a presidir durante un año, el tercero y que justamente es cuando inicia el electoral rumbo a la presidencia del 2018.

Esta sola posibilidad llevó a Osorio y Nuño a ocuparse de Morena en San Lázaro ofreciendo a Jesús Zambrano, al PRD el primer año de la Mesa Directiva. Así en caso de ser desplazados por Morena no tendría “la tercera fuerza” con qué reclamar su año en Mesa.

La versión ha sido de que la dupla priista pidió a Zambrano no pelearse, no competir por la coordinación de la fracción y dejar al aliado natural de los chuchos, ADN, la posición, pues para él y su menguada corriente, Nueva Izquierda, tiene otros planes: darle un aire y poder que pueda frenar a los morenitos y por consiguiente a AMLO.

Temor electoral, le llaman algunos, previsión le dirán otros.