Desde el año pasado a las y los rarámuris se les impide vender sus mercancías en el atrio de la Catedral de Chihuahua
Señalan al presidente municipal Javier Garfio como «chabochi kaleami» (mestizo mentiroso)
Regeneración, 5 de diciembre de 2014. Una representación de vendedores de origen rarámuri y algunos mestizos exigieron hoy a la presidencia municipal respeto por un compromiso de la pasada administracíón, en el sentido de permitirles comerciar en el atrio de la Catedral, en el primer cuadro de la ciudad.
Acompañados por estudiantes de la Escuela de Antropología e Historia del Norte de México (EAHNM), las y los inconformes se plantaron con pancartas frente a la entrada del edificio del Ayuntamiento, con leyendas como:
«Presidente Garfio, Respeta los Derechos Indígenas y el Art. 2do. Constitucional», «Exigimos nuestro derecho a trabajar» y alusiones a la deshonestidad del alcalde en lengua rarámuri.
Dos mujeres y un hombre rarámuris, acompañados por un abogado solidario, ingresaron a las oficinas de la presidencia sólo para ser ignorados por personal de la dependencia, que se limitó a tomar su número de teléfono, relataron al salir luego de media hora esperando sentados al interior.
Tradicionalmente la etnia originaria del estado de Chihuahua e incluso mestizos han participado satisfactoriamente de la economía local vendiendo sus productos y artesanías en ese preciso lugar, debido a su alta afluencia.
Pero luego de la remodelación peatonal del centro en años recientes, denuncian que han sido víctimas de racismo y exclusión por parte de la autoridad municipal, pues se les asignaron espacios donde casi no pasa gente, alejados de la Catedral y las ventas son muy escasas, «a veces no sale ni para comer», señalan.
En diciembre del año pasado, fueron retirados con uso excesivo de la fuerza pública los comerciantes. Muchos de ellos desafiaron esta decisión autoritaria en días posteriores, sólo para ser nuevamente reprimidos.
«Estoy ocupado. Que saquen una cita»
Por su parte el alcalde de Chihuahua Javier Garfio dijo hoy desconocer que los comerciantes habían sido retirados de su lugar de trabajo y negó que hubiera una solicitud por parte de los rarámuris para resolver esta situación que ya se prolongó por casi un año.
Cuestionado por este medio en la vía pública sobre cómo hacer valer el artículo segundo constitucional, el edil respondió «no sé, necesito revisarlo, que saquen una cita».
Durante su campaña por la alcaldía, en una reunión con rarámuris Garfio expresó “haremos todo lo necesario para que todos ustedes tengan prioridad en los programas de apoyos y empleo temporal, de modo que tengan trabajo y puedan llevar el sustento a sus familias”, reportan.
A. Luján.