Juan Ontiveros era un ecologista y líder indígena que fue asesinado en la misma zona donde mataron a Isidro Baldenegro a mediados de enero.
Regeneración, 03 de febrero de 2017.- Juan Ontiveros, líder indígena y ecologista fue capturado por un par de hombres armados el pasado 31 de enero y asesinado a balazos; con él, sumando dos asesinatos de luchadores ecologistas en el municipio rural de Guadalupe y Calvo en el sur de Chihuahua.
El primer asesinato fue el del ganador del premio Goldman, conocido como el «Nobel Verde», Isidro Baldenebro, quien llegó a visitar a su tío y ahí mismo fue asesinato con un balazo en la pierna y otro en el tórax, a mediados del mes pasado.
Ahora, asesinaron a Juan Ontiveros, quien fue capturado por un par de hombres armados mientras viajaba en su coche y su cadáver fue hallado un día después.
Las autoridades insisten en que se trata de un crimen personal, pues según el testimonio del hermano que iba con Ontiveros en el coche, los agresores intentaron sonsacarle al activista dónde se encontraba su yerno, quien según los homicidas había matado a un familiar de ellos.
«Los hombres que mataron a Juan no iban por él», señalan desde la Fiscalía de Chihuahua; que se trata de una venganza, dice la investigación aún abierta.
La Fiscalía señaló que las autoridades tienen «plenamente identificado» al autor material del crimen, que es del mismo grupo indígena y se encuentra prófugo.
Pero el brutal asesinato de Baldenegro en la misma zona, ha levantado las sospechas de las organizaciones ecologistas sobre los verdaderos motivos del crimen.
«En varias ocasiones, (Ontiveros) había presentado al gobierno mexicano información sobre las preocupaciones y los problemas a los que se enfrentaba su pueblo respecto a la criminalidad, incluida la delincuencia organizada en la región. Con este fin, el 20 de enero había participado en una reunión de alto nivel con autoridades estatales y federales», señala en un comunicado Amnistía Internacional.
Michel Forst, relator especial de Naciones Unidas sobre la situación de los defensores de derechos humanos, denunció en una reciente visita a México el «patrón de violencia» que existe en el país contra los activistas, alimentado sobre todo por la corrupción y la impunidad.
Vía El País y AP