Foto: Cuartoscuro
Regeneración, 20 de diciembre 2015.-El lunes pasado, la prensa fue convocada en la sede de la Secretaría de Gobernación (Segob), de la Ciudad de México, para hablar de la estrategia de seguridad en Guerrero. Los índices de violencia registrados los últimos días en la entidad adelantaban el anuncio de una posible estrategia por parte de las autoridades locales y federales para contenerla, pero no fue así. Integrantes de la dependencia federal y el propio Héctor Astudillo Flores soslayaron las cifras de extorsión, secuestros y homicidios para dar paso a lo importante: el turismo en la franja costera.
Sin abundar en datos duros, el priista Astudillo Flores presumió el combate a la delincuencia en el estado y privilegió el mensaje en torno a la ocupación hotelera en Acapulco, Taxco e Ixtapa Zihuatanejo.
“Hay asesinatos”, reconoció, “pero no cercanos a la costera”.
“El secuestro ha disminuido de manera notable, y yo diría que en el caso de Acapulco, donde había varios casos, en este momento no tenemos reportado ni un solo secuestro y no tenemos problemas en las escuelas donde se ve al mar. Los problemas los tenemos donde no se ve el mar”, reiteró el Gobernador como si Guerrero fuera sólo sol, arena y mar.
Con 81 municipios, el estado sureño encabeza las listas de mayor pobreza, inseguridad, desempleo y educación en México, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y diversas organizaciones.
El propio Héctor Astudillo reconoció, al tomar protesta el pasado 27 de octubre, que la entidad vivía la peor crisis de la historia contemporánea y se comprometió a trabajar por los guerrerenses.
Mencionó también la tragedia de Ayotzinapa donde 43 normalistas desaparecieron entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014. “Nunca más se repita un episodio tan lamentable como ese”, dijo.
A 55 días de iniciar su gestión, el discurso de Astudillo parece haber revirado. Ya no destaca los secuestros, robos, extorsiones, asesinatos y balaceras, a pesar de que en Guerrero siguen registrándose estos delitos igual o en mayor número que en anteriores gestiones.
La estrategia que ha implementado el Gobernador para “no provocar un estigma” en Guerrero es destacar el turismo y los “avances” en el combate a la delincuencia, pero cuando las cifras lo alcanzan y la realidad contrasta con su discurso, el priista ha optado por el respaldo de la Federación.
Así lo hizo el pasado 10 de noviembre cuando en una reunión de seguridad el titular de la Secretaría de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, lo exculpó de la violencia en Guerrero y responsabilizó a los gobiernos pasados, tanto al del perredista Ángel Aguirre Rivero como al interino de Rogelio Ortega Martínez, por su inacción en la materia.
Lo cierto es que Guerrero ha registrado en las semanas recientes una de las jornadas más violentas que han dejado decenas de muertos, heridos y amenazas por extorsión.
En este recrudecimiento de violencia, maestros de al menos 800 escuelas de las mil 200 que se encuentran en la Región Acapulco-Coyuca de Benítez adelantaron vacaciones por la inseguridad.
El pasado 7 de diciembre, Andrés Lara García, director de Recursos Humanos del Ayuntamiento de Acapulco, Guerrero, fue ejecutado junto a su chofer a unos 200 metros de las oficinas de la Alcaldía. Horas más tarde, el vehículo donde viajaba la encargada de seguridad y custodia de las 16 cárceles de Guerreo, Virginia Aguilar Hernández, fue baleado mientras se trasladaba en el centro de Chilpancingo.
Al día siguiente, cinco hombres fueron ejecutados: tres en el municipio de Chilapa, un joven de 16 años en Ciudad Altamirano, y otro hombre en Tetipac. Pero las cifras no son estables y aumentan día a día.
La población más lacerada es la que habita en la Montaña, donde los habitantes son botín para los grupos del crimen organizado que se disputan el control del territorio. Todo, mientras el Gobernador presume en la Ciudad de México las bondades del turismo en la entidad.
Información por SinEmbargo.