Un grupo de 100 golpeadores atacó un retén que defiende territorio ejidal contra obras del NAICM, dejando 15 campesinos heridos. Acusan a empresas, gobierno y Grupo Aeroportuario de la CDMX. En protesta, bloquean vía Lechería-Texcoco a la altura de Atenco
Regeneración, 11 de septiembre de 2018.- Quince campesinos de la comunidad originaria de Acuexcomac, en el municipio de San Salvador Atenco, resultaron heridos por oponerse al NAICM, luego del ataque de 100 hombres armados a un retén ubicado en el tramo carretero (en obra) Ecatepec-Pirámides-Peñón-Texcoco de la autopista Tuxpan-México.
De acuerdo con la denuncia de la Coordinadora de Pueblos y Organizaciones del Oriente del Estado de México en Defensa de la Tierra, el Agua y su Cultura, esta mañana el grupo de agresores se filtró al campamento de vigilancia ubicado en el puente Acuexomac, que colinda con la cabecera municipal de Atenco.
En ese lugar, los pobladores mantenían cerrado el paso con el fin de impedir la invasión de sus tierras, ya que ahí se pretende construir el tramo carretero mencionado, que forma parte de las obras de construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM).
De acuerdo con testimonios de los agredidos, cien hombres a bordo de 10 vehículos y combis, arribaron al lugar, efectuaron disparos de arma de fuego para dispersar a la gente y luego golpearon a los pobladores en cabeza y cuerpo, dejando quince heridos que ya están siendo atendidos. Los agresores también amenazaron a los campesinos por oponerse a las obras del NAICM.
“De repente vimos que llegaron golpeadores disparando y lo que pudimos hacer fue guarecernos en nuestro retén que tenemos. Dispararon hacia nosotros aunque no nos dieron, pero luego se bajaron y nos golpearon”, narró uno de los agredidos a La Jornada.
La prensa reporta que los agresores habrían sido contratados por la compañía Promotora y Operadora de Infraestructura (Pinfra), concesionaria de la autopista, aunque la coordinadora de pueblos señala “golpeadores paramilitares, que en nuestra zona son los priistas del grupo de choque Antorcha Campesina, sin descartar a los de la CTM y la CNC)”.
La organización alertó que pobladores de la comunidad de Nexquipayac “reportan la presencia y concentración “de más paramilitares en la zona de la ribera del Lago de Texcoco”, que los hace temer “una nueva y más numerosa agresión”.
Ante otro eventual ataque, la organización hizo responsable a Jorge Lucatero, un ingeniero a quien señalan como representante de empresas contratadas por el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México para la construcción de la autopista.
Asimismo, culpan a la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en la zona, así como al empresario René Martínez Moncayo, “quien tiene también posesiones e intereses en la introducción de materiales a la zona del lago”.
Agregaron que el gobierno estatal a cargo de Alfredo del Mazo Maza coordina a la policía para agredir a los pobladores. Además, acusaron a los tres órdenes de gobierno por alentar y solapar este tipo de acciones para aniquilar la resistencia que mantienen contra el NAICM.
Cierre de vía Lechería-Texcoco en protesta
Alrededor de las 16:00 horas, la organización denunciante informó desde su cuenta de Facebook que, como respuesta a la agresión, se emprendió un cierre carretero sobre la vía Lechería Texcoco.
Se trata, según la prensa nacional, de 300 campesinos apoyados por el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) que se colocaron a la altura de la entrada al pueblo de San Salvador Atenco.
Cabe señalar que en distintos momentos se ha denunciado la expropiación de tierras para la construcción del tramo carretero. La acción se efectuó sin consultar a las comunidades de la zona ni haber realizado el pago de indemnizaciones por parte de la autoridad.
Por lo anterior, los pobladores agrupados en el FPDT han acusado a Pinfra y a Grupo Cipsa por invadir decenas de sus ejidos con las obras que tienen como objetivo la construcción del NAICM.
Así, el bloqueo carretero ha generado un caos vial, ya que sólo se permite el paso de vehículos por lapsos de diez minutos.
Con información de La Jornada