Cinco puntos en los que Andrea Legarreta se equivoca sobre el dólar

Legarreta

Texto original de Elena Reina para El País.

Regeneración, 31 de enero 2016.- «El que suba el dólar no afecta a los mexicanos», declaró la conductora Andrea Legarreta en su programa Hoy, de la cadena Televisa. Y como suele ocurrir cuando se toca el tema de la depreciación de la moneda mexicana frente al dólar, los mexicanos no perdonan. Las redes se inundaron de memes y sentencias irónicas sobre los conocimientos, o falta de ellos, de la conductora. Legarreta acabó confesando en un tuit que era un espacio patrocinado y no su opinión. Con más de cuatro millones de seguidores en la red social, el impacto era de esperar. El economista Samuel García, director de Arena Pública explica en qué se equivocaba la presentadora con sus declaraciones.

«La depreciación del peso sí afecta a los mexicanos», sentencia García. Aunque reconoce que no sólo es culpa del Gobierno, coincidiendo en parte con el resto de la declaración de la conductora: «Sube por culpa de las economías de otros países que están mal. No es por culpa de nuestro gobierno», se leía en el mensaje. «La volatilidad internacional de países como China o Estados Unidos o la caída del crudo afecta a la devaluación de nuestra moneda», explica García.

Pero, ¿cómo ha afecta a la ciudadanía que el dólar se encuentre por encima de los 18 pesos?

1. El aumento de precio en los productos duraderos. Estos son los llamados de «línea blanca»: electrodomésticos y coches principalmente. Muchos de ellos importados. «Los precios de la industria automotriz han aumentado entre un 5% y un 7%, el doble de la inflación nacional», cuenta García.

2. La competencia nacional aprovecha la coyuntura. Dado que muchos productos importados han aumentado el precio, la competencia nacional ha hecho lo mismo para su propio beneficio. Aunque en su mayoría son artículos de lujo. «Si las corbatas de seda italianas, con un precio de referencia en dólares, tienen un precio mayor, las mexicanas subirán también los costes», explica el economista, quien explica esta tendencia con un término llamado «fenómeno hormiga», que se trata de una subida de precios por comparación.

3. Una inflación encubierta. García reconoce que la inflación está muy controlada en México, con un 2,13%, pero asegura que se debe a que todavía los productos básicos no se han visto afectados por la inflación que están asumiendo los productores. «Ahora mismo los precios al productor se han incrementado por encima del 5%, casi el doble de la inflación nacional. Están asumiendo menores márgenes de ganancia debido a la competencia y a la escasa demanda nacional. En cuando mejore algo la economía, la inflación subirá por encima de los salarios de los trabajadores», advierte el economista.

4. Han aumentado los precios de algunos servicios.  Las empresas que tienen como referencia los servicios del exterior, como pueden ser las universidades y escuelas privadas, han aumentado los costes, en este caso, de matrícula, explica García. «Debido a una depreciación cambiaria asumen una inflación a futuro y aumentan los precios», señala.

5. El coste de los peajes es más caro. Muchos de los tramos de las autopistas mexicanas están operados por empresas privadas y éstas trabajan en su mayoría con componentes importados que se han encarecido por la subida del dólar. El Gobierno ha autorizado para este nuevo año las subidas en los peajes, señala, y añade que «aunque no se trate de una inflación directa, si el camión que transporta los frijoles tiene que pagar más para llevarlos a un lugar, se verá afectado en un medio plazo el precio de este producto básico».

Entre los beneficios inmediatos de la depreciación destaca el aumento del turismo extranjero y la ganancia por las exportaciones. No obstante, los mexicanos que quieran viajar al exterior tendrán que asumir una pérdida de poder adquisitivo en el extranjero. Sobre las exportaciones, García se muestra también algo escéptico: «Hay que tener en cuenta que eso es un beneficio a corto plazo. México sigue siendo un país maquilador. El 40% del valor de lo que exporta se debe a lo que importa».

Otro de los beneficios, que destaca el economista Gerardo Esquivel, es que las familias que reciben remesas del exterior verán traducido el cambio en un mayor número de pesos, lo que aumentará sus ingresos y su capacidad de compra. Pero reconoce que para la mayoría de la población «el ajuste en el tipo de cambio es indeseable, ya que piensa que generará inflación y crisis».

«La depreciación genera mala expectativa sobre el futuro de la economía y esto va a influir también en un medio plazo a la subida de precios. Se pueden aumentar los costes por miedo», señala Samuel García. Y concluye: «A corto plazo la depreciación es beneficiosa, pero la ilusión no dura mucho. La devaluación de la moneda puede provocar al final la pérdida de poder adquisitivo de los mexicanos».