Las bacterias que producen caries pueden llegar a otras partes del cuerpo y traspasar la placenta
Regeneración, 22 de julio de 2018.- Comerse las uñas o utilizar los dientes como herramientas es uno de los factores que pueden provocar caries. Así lo dijo José Francisco Lam Félix, coordinador estatal de Estomatología de la Secretaría de Salud de Sonora.
A este hábito se agregan también los besos, según indicó el responsable del área encargada de prevenir enfermedades dentales.
Otros factores que conducen a la caries son la ingesta de dulces, el consumo abundante de limón o introducir objetos a la boca.
Lam Félix añadió que la caries podría provocar padecimientos en otros órganos y partes del cuerpo como el oído, las amígdalas o el estómago.
Incluso, en los casos más graves podría afectar al cerebro o al corazón, por lo que se recomienda una correcta salud bucal desde la infancia.
Entre las enfermedades que podrían resultar de una caries se encuentran las cardiovasculares, infecciones respiratorias agudas, trastornos en la sangre o padecimientos gastrointestinales.
Lo anterior se debe a que la caries es una infección en la que bacterias (estreptococos y estafilococos) pueden pasar a otras partes del cuerpo.
“Las bacterias que provocan la caries son agresivas y traspasan barreras, incluso la placentaria, por lo que es recomendable que las mujeres que se piensan embarazar, o que ya se encuentran en este periodo, cuiden su dentadura”, indicó.
Por ello, las mujeres gestantes deben prevenir problemas dentales en su bebé, antes, durante y después de su nacimiento, finalizó.
¿Qué es la caries?
La caries dental es un trastorno común, que le sigue en frecuencia al resfriado.
Suele aparecer en niñas, niños y personas adultas jóvenes, pero puede afectar a cualquier persona.
Es una causa común de pérdida de los dientes en las personas más jóvenes.
Las bacterias se encuentran normalmente en la boca. Estas bacterias convierten los alimentos, especialmente los azúcares y almidones, en ácidos.
Las bacterias, el ácido, los pedazos de comida y la saliva se combinan en la boca para formar una sustancia pegajosa llamada placa.
La placa se pega a los dientes. Es más común en los molares posteriores, justo encima de la línea de la encía en todos los dientes y en los bordes de los rellenos.
La placa que no se elimina de los dientes se convierte en una sustancia llamada sarro o cálculo. La placa y el sarro irritan las encías, produciendo gingivitis y periodontitis.
La placa comienza a acumularse en los dientes al cabo de 20 minutos después de comer. Si ésta no se quita, comenzará a endurecerse y se convertirá en sarro (cálculo).
Los ácidos en la placa dañan el esmalte que cubre los dientes. Estos también crean orificios en los dientes llamados caries.
Las caries generalmente no duelen, a menos que se tornen muy grandes y afecten los nervios o causen una fractura del diente.
Sin tratamiento, pueden llevar a una infección en el diente llamada un absceso dental.
La caries dental que no se trata también destruye el interior del diente (pulpa). Esto requiere un tratamiento más extenso o, en el peor de los casos, la extracción del diente.
Los carbohidratos (azúcares y almidones) aumentan el riesgo de caries dentales. Los alimentos pegajosos son más dañinos que los no pegajosos, ya que permanecen sobre los dientes.
Los refrigerios frecuentes aumentan el tiempo en que los ácidos están en contacto con la superficie del diente.
Con información de Notimex