Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijo del Chapo Guzmán es uno de los levantados en Puerto Vallarta, confirmaron fuentes oficiales, pero se ha filtrado información que otros familiares de capos estarían entre los agredidos.
Regeneración, 16 de agosto de 2016.- La Fiscalía de Jalisco confirmará que uno de los “levantados” del restaurante de Puerto Vallarta es Jesús Alfredo Guzmán Salazar, el hijo del Chapo Guzmán.
Esta mañana el fiscal de Jalisco, Eduardo Almaguer dijo que era una presunción que el hijo del capo se encontraba entre la media docena de hombres secuestrados por un grupo de pistoleros en Puerto Vallarta.
Sobre el caso se sabe que la madrugada del lunes fue levantado un grupo de un bar llamado La Leche en el puerto; los hechos habrían sucedido alrededor de la 1:05 horas, cuando cinco hombres armados llegaron y se llevaron en una Suburban blanca a 10 o 12 personas que se encontraban en celebración.
Sobre los otros secuestrados, las primeras indagaciones sugieren que se tratan de personas con apellidos como Coronel y Caro, quienes estarían ligados familiarmente con los dos capos sinaloenses, Ignacio “Nacho” Coronel, abatido por el ejército en 2010, y Rafael Caro Quintero, liberado en 2013 por fallar en el debido proceso.
Con la presencia de estos apellidos entre los secuestrados, la Fiscalía de Jalisco fortalece su hipótesis de venganza por la invasión de territorio entre los dos cárteles que en el pasado fueron aliados.
Esa hipótesis, con confirmada al periodista Salvador García, por fuentes de alto nivel en las investigaciones, se basa no sólo en los apellidos y el origen de los secuestrados, sino en testimonios de algunos de los comensales que presenciaron el secuestro como de las mujeres que estaban con los “levantados”. Al llegar los agresores al restaurante La Leche, en el boulevard Francisco Medina Ascencio, que por la hora (la 1 de la mañana del lunes) estaba semivacío, entraron armados y se dirigieron con gritos y ofensas a la mesa donde el grupo de sinaloenses celebraba: “Les dije que no se pararan aquí”, les dijeron antes de llevárselos.
Hasta ayer por la tarde no se había presentado ninguna denuncia formal por el secuestro de ninguno de los “levantados”, lo que según autoridades refuerza la línea de que se trató de una venganza entre grupos de narcotraficantes. La Fiscalía de Jalisco se coordina con la Procuraduría de Nayarit, pues las primeras pistas apuntan a que habrían sido llevados por sus captores a territorio nayarita. “Estamos trabajando en la ubicación y pronto tendremos información sobre un posible paradero”, dijo anoche una de las fuentes consultadas al periodista.
Otra de las acciones que se realizaron fue asegurar los autos que quedaron abandonados en el lugar, casi todos con placas de Sinaloa que supuestamente pertenecerían a los secuestrados.
Vía El Universal