Después de cientos de años de vivir con coches, algunas ciudades lentamente comienzan a darse cuenta de que los automóviles no realmente no son tan necesarios en el contexto urbano.
No es tan solo el smog o las muertes que ocurren en el tránsito; en una ciudad los coches ni siquiera son una forma conveniente de circular. Hoy, el tráfico en Londres se mueve más lento que un ciclista promedio (o un carruaje tirado por caballos).
Los que se mueven en auto por las calles de Los Ángeles pasan unas 90 horas al año atrapados en el tráfico.
Un estudio del Reino Unido reveló que los conductores pasan 106 días de sus vidas buscando por un lugar para estacionarse. Ahora un creciente número de ciudades se están deshaciendo de los coches en ciertos vecindarios por medio de multas, mejores diseños, nuevas aplicaciones, y, en el caso de Milán, incluso pagándoles a los viajeros para que dejen su automóvil estacionado en casa y tomen el tren.
No resulta sorprendente que estos cambios se estén dando con más rapidez en las capitales europeas que fueron diseñadas hace cientos o miles de años antes de que los autos fuesen fabricados.
En los suburbios que se extienden dentro de Estados Unidos que fueron diseñados para conducir, el camino para eliminar a los autos es obviamente mucho más desafiante. (Y algunas pocas ciudades amantes de los coches, como Sídney (Australia), se encaminan hacia otra dirección, quitando espacio a los peatones en algunas calles centrales para que haya más espacio para autos).
Aquí te mostramos un puñado de líderes que se encaminan hacia vecindarios libres de autos:
1. Madrid
Madrid ya ha prohibido la mayoría del tráfico en ciertas calles de la ciudad, y próximamente la zona libre de autos se expandirá incluso más.
Extendiéndose por sobre más de 2.5 kilómetros cuadrados, el área aún permitirá que los residentes conduzcan, pero cualquier otra persona que entre será multada con más de 100 dólares. Es una medida dentro de un plan más grande para lograr que todo el centro de Madrid sea sólo para peatones en los próximos cinco años.
Veinticuatro de las calles más ocupadas de la ciudad serán rediseñadas para caminar, no para conducir. Antes de que cambie el bosquejo de las calles, también se fomentará dejar de utilizar coches de otra forma: Ahora, los autos más sucios y contaminantes de la ciudad tendrán que pagar más para estacionarse.
2. París
El año pasado, cuando los niveles de smog subieron precipitadamente en París, la ciudad prohibió brevemente la circulación a los vehículos con patentes con números impares. La contaminación disminuyó en un 30% en algunas áreas, y ahora la ciudad planea comenzar a desalentar el uso de coches de forma permanente.
En el centro de la ciudad, las personas que no viven en vecindarios locales no podrán conducir dentro del área los fines de semanas, y esa regla podría pronto aplicarse toda la semana. Para el 2020, el alcalde planea doblar el número de vías de bicicletas en la ciudad, prohibir coches que usen diesel, y limitar ciertas calles de mucho tráfico para que sólo la utilicen automóviles eléctricos y otros vehículos de bajas emisiones.
El número de conductores en la ciudad ya ha comenzado a disminuir.
En el 2001, el 40% de los parisinos no tenían coche; ahora ese número es de 60%.
3. Chengdu
Los planos de una nueva ciudad satélite para el Suroeste de China podría servir como modelo para un suburbio moderno: En vez de tener un bosquejo que haga necesario conducir, las calles están diseñadas para que se pueda llegar a cualquier ubicación en 15 minutos.
Los planos, diseñado por los arquitectos de Chicago, Adrian Smith y Gordon Gill, no exigen una prohibición completa para los coches, pero sólo la mitad del área de la calle permitirá el uso de vehículos motorizados. La ciudad también se conectará a la ciudad cercana y más grande de Chengdu mediante transporte público.
De la población esperada de 80.000 personas, la mayoría será capaz de caminar a sus oficinas en vecindarios locales. El proyecto fue originalmente planificado para ser terminado el 2020, pero podría verse retrasada –actualmente está en pausa debido a problemas de zonificación–.
4. Hamburgo
A pesar de que Hamburgo no está planeando prohibir los coches del centro de la ciudad (como ha sido mal informado en todas partes), la ciudad está haciendo que sea cada vez más fácil no conducir. Una nueva “red verde”, la cual será completada entre los próximos 15 a 20 años, conectará a los parques a lo largo de la ciudad, haciendo que sea posible andar en bicicleta o caminar a todas partes.
La red cubrirá el 40% del espacio de la ciudad. La ciudad también cubre secciones de la prohibición de la infame A7, excesivamente saturada, con parques para que los vecindarios que una vez fueron difíciles de cruzar a pie pronto sean más amigables.
5. Helsinki
En una nueva planificación, la ciudad presenta un diseño que transformará a los dependientes de los coches en comunidades tupidas y caminables unidas al centro de la ciudad por medio de un rápido transporte público. Se está testeando una nueva aplicación que permite a los ciudadanos solicitar una bicicleta, coche, o taxi (todos compartidos), o encontrar el bus o tren más cercano.
En una década, la ciudad espera hacer que el tener un automóvil se vuelva completamente innecesario.
6. Milán
La contaminada ciudad de Milán está probando una nueva forma de mantener a los vehículos alejados del centro de la ciudad: Si los dueños de automóviles dejan estos en sus casas, ellos reciben tickets gratis para usar el transporte público.
Una caja conectada a Internet en el tablero lleva el registro de la ubicación del coche, así que nadie puede hacer trampa y conducir al trabajo. Cada día que el auto de alguien se queda en casa, la ciudad envía un ticket del mismo valor que un ticket de bus o tren.
7. Copenhagen
Hace cuarenta años, el tráfico en Copenhague era tan malo como en cualquier otra ciudad grande. Ahora, más de la mitad de la población de la ciudad se mueve hacia su oficina en bicicleta día a día – nueve veces la cantidad de viajeros en bicicleta que los que hay en Portland (Oregón), la ciudad con más viajeros en bicicleta en Estados Unidos–.
Copenhague comenzó a introducir las zonas de peatones en el centro de la ciudad en los años sesenta, y las zonas libres de coches lentamente se expandieron con el paso de las décadas. La ciudad tiene ahora más de 321 kilómetros de vías para bicicletas, con nuevas supercarreteras para bicicletas en desarrollo para alcanzar a los suburbios que la rodean.
Ninguna de estas ciudades planea –aún– librarse por completo de los coches. Y es posible que esto nunca suceda; es probable que las ciudades futuras tengan a mano al menos una pequeña flota de autos eléctricos que se conduzcan por sí solos para eliminar algunos de los desafíos actuales en cuanto a estacionamientos, congestión y contaminación.
Pero también está claro que los planificadores urbanos finalmente están reconociendo que las calles deberían ser diseñadas para las personas, y no para los coches.
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