Crimen organizado habría acaparado todo el aguacate de Morelos

Según el dirigente de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas, el crimen organizado compró todo el aguacate que se cosechará.

 

aguacate

Regeneración, 16 de abril de 2017.- Grupos de delincuencia organizada ya dieron el primer paso para acaparar el mercado del aguacate en Morelos tal y como lo hicieron en Michoacán, señaló el dirigente de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), Julio Padilla Trujano.

Según Padilla Trujano los grupos del crimen organizado compraron masivamente y en efectivo la producción de este año.

Grupos delictivos que aparentan ser empresarios, dijo, llegan con los productores y compran en efectivo cosechas, así como parcelas con todo y huertos.

El fenómeno michoacano se está dando en temas de acaparamiento, en temas de inseguridad y los productores a falta de un esquema de acompañamiento en la exportación, en la comercialización», sentenció Padilla.

De acuerdo con el dirigente de la UNTA, los trabajadores agricolas están siendo sujetos de presiones externas para vender a precios muy por debajo de lo que paga el mercado real y como resultado el que se reduzca la superficie, se reduzca la importante inversión que hay de parte de los productores hacia este nicho de mercado.

Nuestros productores de aguacate son sujetos de presiones diferentes, grupos delincuenciales, supuestos empresarios, que lo que hacen es revender el producto o incluso hasta la venta de la tierra con todo y huertos», señaló.

«Destaca que todo este tipo de transacciones es en efectivo, no hay controles y hasta se puede tipificar como lavado de dinero, entonces hay muchos otros elementos en que los productores ante la falta de atención institucional pues prefieren incluso vender el producto de sus cosechas hasta por años, no solamente ante la presión, sino ante la falta de la seguridad que requieren los productores”, concluyó Padilla.

El fenómeno se ha registrado principalmente en los municipios morelenses de Tetela del Volcán, Ocuituco y Tlalnepantla.

Vía LSR