Condenan a 50 años de prisión a 11 integrantes de Los Zetas, incluído “El Kilo”, por la masacre de 122 migrantes en San Fernando.
RegeneraciónMx, 21 de agosto de 2024. Un juez federal condenó a 50 años de prisión a 11 miembros del Cártel de Los Zetas, incluido Martín Omar Estrada de la Mora, alias “El Kilo“.
Asimismo, a los autores intelectuales y materiales del asesinato de 122 migrantes cuyos cuerpos fueron encontrados en fosas clandestinas en San Fernando, Tamaulipas, en 2011.
Entre los condenados se encuentran Juan Pablo Cabrera Escalante, alias “El Cacharpas“, Salvador Alfonso Martínez Escobedo, alias “La Ardilla“, y Víctor Cuitláhuac Montoya Torres, alias “Comandante Degollado“.
La Fiscalía General de la República (FGR) imputó a estos individuos por el delito de homicidio calificado en perjuicio de las 122 personas.
Los reportes señalan que las víctimas fueron bajadas de los autobuses en los que viajaban y posteriormente encontradas en diversas fosas clandestinas.
Por lo que, la entonces Procuraduría General de la República (PGR) inició la investigación en abril de 2012; luego de la captura de varios miembros del grupo delictivo.
Mientras que, en 2015 se ejecutaron órdenes de aprehensión contra ellos en centros de reclusión.
El Juzgado Segundo de Distrito de Procesos Penales Federales, con sede en Matamoros, Tamaulipas, dictó la sentencia condenatoria a “El Kilo“.
“El Kilo” relacionado con los muertos de San Fernando
Además de los principales líderes mencionados, fueron sentenciados Luis Manuel Salazar Sánchez, “Gordo Flow“, Sergio Córdova Martínez, “El Diablo“; así como a Samuel Moreno Saavedra, “El Chiquilín“, Erick Rubén Zetina Hernández, “El Guacho“, José Mauro Oñate Rodríguez, “El Vegueta“, Jhonny Torres Andrade, alias “El Sombra” y Elfego Cruz Martínez.
Las autoridades señalan que en 2022, la FGR también obtuvo condenas contra otros 18 miembros de Los Zetas.
Además, se señala que “El Kilo” y sus compañeros son responsables de diversos delitos, incluyendo el secuestro de migrantes extranjeros.
Y es que, las víctimas viajaban en camiones hacia la frontera con Estados Unidos, pero fueron forzadas a trabajar para la organización o ejecutadas si se negaban a cooperar.
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