Deben gobiernos garantizar derechos de mujeres rurales: CIDH

Las mujeres rurales viven en situación de desigualdad social, política y económica con apenas el 30% de titularidad de la tierra, del 10% de los créditos y del 5% de la asistencia técnica

La insuficiente difusión de información sobre sus derechos es agravada por las barreras geográficas y socioeconómicas, entre otras. A consecuencia de ello, se encuentran con dificultades especialmente graves para lograr la representación de sus necesidades en la agenda política y el acceso a la participación política.

 Regeneración, 16 de octubre de 2014. En el marco del Día Internacional de la Mujer Rural, la Comisión Interamericana de Derechos humanos (CIDH), recordó a los gobiernos que deben garantizar el ejercicio pleno de los derechos civiles, económicos, sociales y culturales de las mujeres rurales. Dicha comisión consideró que “la discriminación y la violencia contra las mujeres son aún problemas graves y tolerados en el hemisferio que demandan una respuesta prioritaria e integral por los Estados.” Así mismo recordó “la obligación de los Estados Partes a utilizar la debida diligencia para prevenir, sancionar y erradicar dicha violencia.

 “En ese contexto, es particularmente crítica la situación de las mujeres que viven en las zonas rurales. Condiciones como la pobreza y la marginalización social tienen diversos impactos sobre las mujeres rurales, obstaculizando su acceso a los recursos económicos y a los servicios sociales básicos, así como su acceso a la justicia y a la participación política

 El organismo de derechos humanos citó que “según la Organización para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas las mujeres rurales viven en situación de desigualdad social, política y económica con apenas el 30% de titularidad de la tierra, del 10% de los créditos y del 5% de la asistencia técnica.» 

 La CIDH destacó la especial situación de vulnerabilidad en que se encuentran las mujeres rurales en razón de verse afectadas por la intersección de múltiples factores de discriminación, tales como su sexo, raza, origen étnico, edad, posición económica, discapacidad, orientación sexual, y en los contextos de conflicto y desplazamiento.

 La situación de vulnerabilidad de las mujeres rurales es amplificada si son también de origen indígena o afrodescendiente.

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Situaciones que afectan a las mujeres rurales:

 La Comisión Interamericana de Derechos Humanos con base en sus propias fuentes y denuncias recibidas detalló algunas de las situaciones que vulneran los derechos de las mujeres rurales:

 –La falta de acceso al agua potable y al saneamiento, así como a los servicios básicos de educación y salud. En este contexto, su acceso a los servicios de salud es motivo de especial preocupación para la CIDH.

 –Violaciones al derecho a la salud como casos de violencia obstétrica, falta de acceso a servicios de salud materna y atención discriminatoria en los mismos. Situaciones de esta naturaleza vulneran la salud de las mujeres y sus derechos a la integridad personal y a la no discriminación.

 –Situaciones de violencia. La CIDH ha recibido información que indica que la falta generalizada de estadísticas precisas sobre violencia contra la mujer es particularmente preocupante respecto de los homicidios de mujeres por razón de su género en zonas rurales.

 -Las mujeres rurales enfrentan mayores obstáculos para acceder a información acerca de sus derechos y de los mecanismos disponibles para denunciar actos de violencia y discriminación.

 -Con respecto al acceso a la información en materia de violencia y discriminación, la CIDH ha constatado en diversas oportunidades la existencia de problemas específicos en materia de la disponibilidad, calidad e integridad de la información pública sobre violencia y discriminación contra las mujeres. Esto incluye la carencia o escasez de recopilación de información completa sobre todas las formas de violencia y discriminación por parte de los diversos órganos del Estado.

 -Falta producción de estadísticas integrales, y con información desagregada según factores como el sexo, raza, etnia, edad, condición social, discapacidad y orientación sexual, entre otros criterios que permitiría entender la incidencia real de la violencia y la discriminación en grupos específicos de mujeres. La falta de estadísticas de este tipo produce la invisibilización del problema de la violencia y la discriminación contra las mujeres.

 -Asimismo, la CIDH ha constatado que, junto con lo anterior, la difusión de la información referida a los derechos de las mujeres, los mecanismos para acceder a las vías legales de prevención y protección contra la violencia y la disponibilidad de los servicios de asesoría jurídica gratuita, resultan insuficientes para asegurar que las mujeres puedan acceder de manera efectiva a la justicia. .

 En el caso de las mujeres rurales, la insuficiente difusión de información sobre sus derechos es agravada por las barreras geográficas y socioeconómicas, entre otras. A consecuencia de ello, se encuentran con dificultades especialmente graves para lograr la representación de sus necesidades en la agenda política y el acceso a la participación política.

 Para concluir la comisión defensora de derechos indicó «En el Día Internacional de la Mujer Rural, la Comisión Interamericana recuerda a los Estados su obligación de respetar, promover y proteger los derechos humanos de las mujeres rurales. Es imprescindible el papel de los Estados Miembros a través de leyes, políticas, programas y presupuestos efectivos para garantizar el ejercicio pleno de estos derechos, con base en los principios de igualdad y no discriminación.«

 En el marco de los 20 años de la Convención de Belém do Pará, la Comisión hizo un llamado especial a los Estados para que garanticen el derecho de las mujeres rurales a vivir libres de violencia.