Los dragones de Komodo poseen una saliva llena de bacterias peligrosas, ciertas sustancias en su sangre evitan que los lagartos se infecten
Regeneración, 25 de febrero de 2017.- Investigadores de la Universidad George Mason, en Estados Unidos descubrireron que la sangre de los dragones de Komodo podría utilizarse en la lucha contra las ‘superbacterias’: microorganismos que dañan la salud del hombre y se han vuelto altamente resistentes a los antibióticos.
La sangre de estos reptiles contiene compuestos químicos con propiedades antimicrobianas que les ayudan a resistir las bacterias tóxicas. Estos compuestos podrían ser usados para desarrollar fármacos para combatir la resistencia a los antibióticos.
El descubrimiento apareció en la revista Journal of Proteome Research.
Dichos compuestos se conocen como péptidos catiónicos antimicrobianos (PCAs). Muchos seres vivos, incluyendo los humanos, tienen versiones de estos péptidos en la sangre, pero los dragones de Komodo cuentan con 48.
Los investigadores lograron aislar estos PCAs en un laboratorio utilizando hidrogeles cargados eléctricamente para succionarlos de las muestras de sangre de los dragones, de acuerdo con información de RT.
Posteriormente, los científicos expusieron ocho de estos péptidos a dos cultivos diferentes de ‘superbacterias’ (SARM y Pseudomona aeruginosa), y notaron que todos los 8 PCAs destruyeron las cepas de Pseudomona aeruginosa, mientras que 7 de ellos destruyeron las bacterias SARM.
Los dragones de Komodo poseen una boca y saliva altamente densas en bacterias peligrosas, lo que vuelve su mordida tan tóxica que son capaces de matar con ella, como si fuera un veneno. Al parecer los PCAs en su organismo evita que los lagartos se infecten.
Los dragones de Komodo son los lagartos más grandes del mundo, miden hasta 3 metros de longitud y pesan hasta 70 kilogramos, y viven en cinco pequeñas islas en Indonesia.
La leche del mamífero conocido como ‘demonio de Tasmania’ también podría ser un recurso contra las «superbacterias» pues contiene un péptido llamado «catelicidina» que podría ser utilizado para perfeccionar nuevos antibióticos, anunciaron investigadores australianos de la Universidad de Sidney.
Más información: Conozca siete datos curiosos de las ‘superbacterias’
Resistencia a antibióticos: uno de los problemas más graves de la actualidad
En un reportaje de la revista New Scientist se explica que los ganaderos, para aumentar sus ganancias, añaden dosis bajas de antibióticos al alimento de los animales de granja, como pollos, cerdos y reses, estén o no enfermos, para provocar que ganen más peso por gramo de alimento.
80 por ciento de los antibióticos consumidos en Estados Unidos se destinan al ganado.
Estudios encontraron que China ha sido el país que más incurre en esa práctica: utilizan grandes cantidades de colistina para engordar cerdos y pollos.
Darle antibióticos al ganado aumenta la evolución de bacterias resistentes a los medicamentos. Es común que estas bacterias también provoquen infecciones en humanos.
En mayo de 2016 una mujer estadounidense de 49 años fue la primera persona portadora de una bacteria resistente al antibiótico utilizado como último recurso para las infecciones más agudas: la colistina.
Ver: Estados Unidos registra primer caso de mujer con bacteria resistente a todos los antibióticos
La colistina se emplea como un antibiótico “de último recurso” cuando una infección es resistente a los tratamientos comunes.
El mismo caso había ocurrido antes, a finales de 2015, en China.
Ver: Descubren en China bacteria que llevaría al mundo al borde de “una era post-antibióticos”
A inicios de este año se informó que las cifras de fallecimientos por cáncer de mama en Reino Unido fueron rebasadas por las muertes anuales causadas por la resistencia de bacterias a los antibióticos. Esta tendencia parece ir en aumento a escala global.