Las defensoras de derechos humanos en Mesoamérica son agredidas con comentarios machistas, campañas con estereotipos de género y acciones violentas que pueden culminar en el asesinato.
Los principales agresores son los actores estatales, seguidos de empresas y hasta familiares.
Regeneración, 4 de abril de 2016.- Ser defensoras de Derechos Humanos en una sociedad marcada por la discriminación y la desigualdad de género, significa desafiar las normas que limitan la participación de las mujeres en la vida política y social. En Mesoamérica, nada ni nadie ofrece un entorno seguro para que las mujeres puedan ejercer el derecho a defender derechos.
Según la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos (IM-Defensoras), sólo de enero de 2012 a diciembre de 2014 ocurrieron mil 668 agresiones a mujeres defensoras de El Salvador, Guatemala, Honduras y México.
Fueron 414 agresiones a mujeres en el año de 2012, 512 en 2013 y 762 en 2014. Las cifras muestran un incremento de casi el doble de agresiones registradas durante el periodo.
Entre los principales tipos de agresión se encuentran: intimidación y hostigamiento psicológico (21%), amenazas, advertencias y ultimátum (16%), calumnias, señalamientos y campañas de desprestigio (9%), uso excesivo de la fuerza (6%), detención ilegal y arresto arbitrario (4%), criminalización y judicialización, (4%).
Estos tipos de violencia representan apenas el 60% de las agresiones contra mujeres defensoras en Mesoamérica. IM-Defensoras registró en ese mismo periodo 39 intentos de asesinatos y 33 casos consumados por el mismo delito.
Además, en cada tipo de agresión se identificaron componentes de género como insultos machistas, campañas con estereotipos de género, agresiones a organizaciones de mujeres, entre otras.
A la violencia se suma que la mayoría de mujeres defensoras no cuentan con servicios médicos ni prestaciones laborales y la mayoría realiza su trabajo sin retribución económica alguna. Además que tienen que asumir varias jornadas y papeles dependiendo de sus casos: trabajo remunerado, doméstico y activismo.
Son los actores estatales los principales responsables de las agresiones contra defensoras, seguidos por empresas, negocios y actores del entorno cercano a las mujeres, como familiares e integrantes de sus mismas organizaciones.
“Las defensoras que enfrentan más agresiones son las defensoras de la tierra y el territorio (38%), seguidas de las que trabajan por una vida libre de violencia contra las mujeres. Las defensoras que están en mayor riesgo son aquellas que viven en áreas locales y rurales (53.91% y 46.03% respectivamente)”.
De acuerdo con IM-Defensoras los estados y la sociedad pueden hacer mucho para erradicar las agresiones, por ejemplo reconocer de manera pública el rol y la contribución a la sociedad que hacen las defensoras para el avance de la democracia, la igualdad y la paz.
Con información de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM).