Eliminar plurinominales, las trampas de la propuesta peñista

Por Jenaro Villamil | Homozapping

22 de agosto, 2014.-En vísperas de las elecciones federales del 2015, las tres principales fuerzas políticas ya pusieron las cartas sobre la mesa de sus propuestas de consulta popular: las izquierdas (PRD y Morena, principalmente) sobre la reforma energética con la idea de revertir lo aprobado recientemente; la del PAN sobre el incremento al salario mínimo, descalificada por el Banco de México; y la reciente propuesta del PRI para eliminar 100 de los 200 diputados federales plurinominales y 32 de los 128 senadores.

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Salvo la consulta sobre la reforma energética que es ampliamente favorecida en las encuestas de medición recientes, las otras dos propuestas apenas comenzaron a promoverse en medios masivos, evidentemente, con un claro sesgo a favor de la reciente propuesta del PRI para eliminar la representación plurinominal.

Esta propuesta no es nueva. Surge de un breve ensayo que desde 2010 publicó José Córdoba Montoya, el ex asesor estelar de Carlos Salinas, en la revista Nexos. Córdoba vendió la idea de revivir un “candado de gobernabilidad” que le permita a una fuerza partidista con menos del 40 por ciento de los votos tener la mayoría legislativa para facilitar “la gobernabilidad”.

Esta propuesta pasa por eliminar la representación proporcional, surgida de la primera reforma electoral considerada “la madre” de la apertura política en México: la de 1977-1979, impulsada por Jesús Reyes Heroles. El objetivo de esta reforma fue “incorporar a las minorías” al Poder Legislativo y legalizar a las izquierdas comunista y guerrilleras.

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Fue una reforma de avanzada para su época. Entonces, el PRI nunca pensó perder el control del Congreso y menos de la presidencia de la República. Veinte años después, en 1997, el PRI perdió la mayoría en la Cámara de Diputados ante el bloque opositor.

Desde entonces, ninguna fuerza política gobernante a nivel Ejecutivo –PAN y PRI- ha tenido una mayoría clara y contundente. Han tenido que “cogobernar”. Lo mismo le sucedió a Vicente Fox y a Felipe Calderón, los dos mandatarios de la transición panista.

Ahora, Enrique Peña Nieto, surgido de la tradición priista del Grupo Atlacomulco, pretende revivir el “candado de gobernabilidad”, pero con una propuesta que le da la vuelta al asunto: eliminar la representación proporcional.

El propio Peña Nieto se lamentó en su intervención en el programa de entrevista colectiva Conversaciones A Fondo, el pasado 19 de agosto, que desde hace 20 años no hay una mayoría en el Congreso. También asumió que el mecanismo de negociación llamado Pacto por México ya llegó a su fin.

La entrevista fue el inicio de esta contraofensiva del PRI-gobierno, en su mejor estilo de los años setenta, para “convencer” de las bondades de la eliminación de los plurinominales.

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El argumento no es democrático, es de ahorro presupuestal. Para ello, se vale del ambiente mediático generado por el escándalo de los “bonos” multimillonarios en el Congreso, denunciados por la revista Proceso y el diputado Ricardo Monreal, así como el reciente episodio del videoescándalo del ex coordinador del PAN en la Cámara de Diputados.

Se trata de capitalizar el desprestigio mediático del Congreso sin ir al fondo del problema: no es el número sino la calidad de la representación lo que debe estar en juego.

En entrevista con Carmen Aristegui, en MVS, el ex presidente del IFE, José Woldenberg dio argumentos suficientes para invalidar esta propuesta del PRI por antidemocrática y por beneficiar sólo a la fuerza partidista que lo propone.

El CEN del PRI ya solicitó formalmente su propuesta de consulta con la pregunta:
“¿Estás de acuerdo en que se modifique la Constitución para que se eliminen 100 de los 200 diputados federales plurinominales y 32 senadores de representación proporcional?”.