En México la inmensa mayoría de centros laborales no cuentan con condiciones adecuadas, ni cuidan talento humano: UNAM
Regeneración, 27 de abril del 2018 . En México, 85% de los centros de trabajo son tóxicos, es decir, no cuentan con las condiciones adecuadas para el desempeño de sus empleados, no cuidan a su talento humano y generan diferentes trastornos como el estrés laboral señalaron en conferencia de prensa, Erika Villavicencio Ayub y Gladys Martínez Santiago, académicas de las facultades de Psicología y de Medicina.
El país se encuentra entre los que tienen mayor estrés laboral, y esta condición está relacionada con la adicción al trabajo, el síndrome burnout, acoso laboral y ‘presentismo’ (ir al centro laboral, pero no trabajar), entre otros, indicaron académicas de la UNAM, informó notimex.
En conferencia de prensa, Erika Villavicencio Ayub y Gladys Martínez Santiago, académicas de las facultades de Psicología y de Medicina, respectivamente, destacaron que la adicción al trabajo afecta a ambas partes, además de que ser adicto no es sinónimo de compromiso.
Consideraron que se han confundido estas características y se han fomentado para beneficio de muchas organizaciones, pero en realidad esta adicción afecta tanto a la persona como a la empresa, en el caso de México.
Los adictos al trabajo son aquellas personas que laboran de manera obsesiva, están constantemente ocupados y tienen dificultad para desarrollar actividades en equipo o delegar funciones, y se sienten mal si tienen un rato de ocio, explicaron.
La adicción al trabajo suele ser una de las alteraciones más frecuentes entre los empleados, y va en incremento debido a la tecnología.
“Un trabajólico es aquel que desarrolla sus funciones por más de 50 horas a la semana, y el factor tecnológico se suma a esta situación. Podemos estar fuera de la oficina, de viaje, o en la madrugada, atendiendo correos a través de un teléfono inteligente”, señaló Villavicencio Ayub.
Agregó que estas personas son susceptibles a desarrollar estrés, problemas familiares y personales, gastritis, colitis, insomnio, incluso llegar a uno de los problemas más graves: el llamado karoshi, que es la muerte por exceso de trabajo o infarto al miocardio, que en Japón es un problema de salud pública.