En México se juzgará al maíz transgénico

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La defensa del maíz nativo, tras 21 meses de lucha judicial, entró en una nueva etapa. El Poder Judicial mexicano aceptó iniciar juicio al maíz transgénico. La Colectividad del Maíz que inició la demanda colectiva ha ganado 19 juicios de amparo entre 91 impugnaciones presentadas en 17 tribunales por la agroindustria y el gobierno de Peña Nieto 

Regeneración, 16 de abril de 2015.  Los tribunales federales estudiarán si la siembra de maíz genéticamente modificado dañará el derecho colectivo de los mexican@s a la diversidad biológica, es decir, si la contaminación de maíz con trangenes vulnera el derecho de utilizar nuestras razas nativas, así como el derecho que tenemos para aspirar a obtener más variedades, a partir de los nativos o de su par silvestre, informó René Sánchez, abogado de la demanda colectiva contra la siembra del maíz transgénico,

«En la demanda argumentamos que el derecho a la utilización de las razas nativas incluye los derechos derivados: derecho a la salud, derechos de los pueblos originarios y derecho a la alimentación, lo que comprende el derecho a la comida mexicana como patrimonio inmaterial de la humanidad».

«Sobre los riesgos que traería la siembra o liberación de maíz transgénico, el debate judicial que se inicia confrontará las evidencias de las partes. El tema central será el derecho humano de generaciones presentes y futuras a la diversidad biológica de los maíces nativos o criollos, considerando todo el complejo de agroecosistemas. Sin embargo, otros temas, como la salud o la producción de alimentos, también entran a debate judicial», declaró la representación de los ciudadanos y científicos que presentaron la demanda.

«La sentencia final deberá establecer que la siembra comercial, o a gran escala, de maíz transgénico, dañará el derecho humano a la diversidad biológica. También deberá impedir que se siembre en nuestro país», señalò Adelita San Vicente de Semillas de Vida y representante de la Colectividad demandante.

Landraces varieties of Mexican maize. Oaxaca, Mexico

La posibilidad de juzgar a los transgénicos y ponerlos en México, cuna del maíz, implica intensificar nuestra lucha, llamar a sumarse a esta causa a la Colectividad amplia del maíz, no sólo a quienes firmamos la demanda sino a todas y todos los que se verían afectados por la contaminación de este grano, el más importante hoy por su volumen de producción y en esa medida el grupo de mieleeros afectados por la siembra de soya transgénica representados por Jorge Fernandez de MA OGM se sumaron a la demanda.

Por su parte, Emiliano Juárez del grupo Vicente Guerrero de Tlaxcala dijo que «los campesinos serían afectados al ser contaminados sus cultivos con transgenes y no tener la posibilidad de sembrar el maíz que ellos mismos le brindaron al mundo, también los grandes productores que verían cerrados los mercados interesados en maíz libre de transgénicos, demanda que cada día crece en el mercado mundial».

Es fundamental que los consumidores de maíz se unan a la defensa de este grano que es la base de nuestra alimentación que  además está presente en la mayor parte de los productos industrializados, insistió el representante campesino.

«Las evidencias del daño a la salud se acumulan» y por ello el rechazo de la mayor parte de los países del mundo (Europa se ha cerrado casi en su totalidad a la siembra de transgénicos, también China y Rusia han rechazado la importación), señaló Cati Marielle de Grupo de Estudios Ambientales, integrante de la Campaña Sin maíz no hay país. Esto «debe ser una alerta para que nuestro país rechace la siembra de transgénicos y empiece a solucionar la importación masiva de granos transgénicos», advirtió.

Es una falacia de los promoventes señalar que estas importaciones disminuirán con la siembra de transgénicos, se ha demostrado en los escasos países que siembran transgénicos (Estados Unidos, Canadá, Brasil, Argentina y la India suman el 90 % de la superficie sembrada con transgénicos en el mundo) que los rendimientos no se incrementan, lo que sí aumenta es el uso de agroquímicos. Señaló Cati Marielle de Grupo de Estudios Ambientales e integrante de la Campaña Sin maìz no hay pais.

En estos 10 años que ha estado vigente la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados, mejor conocida como Ley Monsanto, la investigación en bioseguridad ha avanzado: tenemos nuevos datos muy robustos en términos que deben ser contemplados por el Poder Judicial. Estos años han servido para demostrar que la bioseguridad y el principio de precaución son los temas que deben primar en un asunto que nos afectaría a todas y todos los mexicanos.

Finalmente Rene Sanchez Galindo abogado de la demanda indicó que para llegar a este punto, «tuvimos que ganar 11 juicios de amparo (9 que presentaron las corporaciones y 2 del gobierno federal a través de Sagarpa y Semarnat). Para afirmar que ganamos un juicio de amparo, antes deben resolverse todas las impugnaciones que se hayan intentado en el juicio colectivo o dentro de los juicios de amparo».

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Los demandantes han tenido que enfrentar 11 juicios de amparo, que han ganado, para que lograran sea admitida la demanda colectiva. Además, se suman otros 11 juicios de amparo (9 que presentaron las corporaciones y 2 del gobierno federal), que buscan levantar la medida precautoria que suspendió la siembra de maíz trasngénico en tanto se resuelve el juicio. Es un largo camino judicial: 22 juicios de amparo y  91 impugnaciones de la agroindustria y de las dependencias gubernamentales, así como 26 impugnaciones más que presentó la colectividad promovente.

El Poder Judicial mexicano «ha decidido iniciar el proceso para juzgar al maíz transgénico sin que se pueda siembrar mientras dura el juicio. Es una decisión que involucra varias instancias y distintos órganos. Hasta el momento han intervenido 17 tribunales. El 20 de abril termina el plazos para las impugnaciones y el juez debe iniciar el juicio al maíz transgénico. En tanto, tendrá que definir si se mantiene la suspensión preventiva de la siembra de maíz transgénicos.